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¿Por qué el Corán no menciona la historia del Hayar y la fuente de Zámzam?

Pregunta: 11069

¿Por qué el Sagrado Corán, como lo hace la biblia, no hace ninguna mención sobre la institución de la circuncisión como tampoco sobre Hayar y el milagro de la fuente de Zámzam?

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

Alabado sea Allah. 

 Tu puedes también
preguntar, ¿Por qué el Corán no explica el número de oraciones durante el
día y la noche, y el número de rak’as en cada oración, y lo que debe ser
recitado durante la oración, y cómo la oración debe ser hecha… y por qué no
habla en detalles acerca del zakah, el háyy, el ayuno, y así seguimos? 

 Allah ha hecho de la
Tradición del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) la
explicación detallada de lo que es mencionado en términos generales en el
Corán. Y Allah dijo (interpretación del significado): 

 “Los
enviamos con las evidencias claras y con los Libros. Y a ti te revelamos el
Corán para que expliques a los hombres sus preceptos, y así reflexionen”.

 (an-Náhl 16:44).

 Los asuntos que tú
mencionas son explicados en la sunnah, y los dos, el Corán y la Sunnah, son
la Revelación de Allah. 

 Sháij Sa’d al-Humaid. 

 Aquí sigue la historia
de Hayar y la fuente de Zámzam proveniente de la sunnah, para que no tengas
necesidad de recurrir a la Biblia, de cuyo contenido no podemos estar
seguros que sea correcto y original. 

 Ibn ‘Abbás (que Allah
esté satisfecho de él) narró la historia de Hayar, la esposa de Ibrahím
(Abrahán), y la madre de su hijo Isma’il (la paz sea con ellos). Él dijo: 

 “Ibrahím la trajo a ella
y a su hijo Isma’il mientras ella estaba amamantándolo, a un lugar cerca de
donde ahora está la Ka’bah, bajo un árbol sobre el sitio de Zámzam, al lugar
más alto en la mezquita. En aquellos días no había nadie en La Meca, ni
había un poco de agua para beber. Así él los hizo sentar ahí y colocó cerca
de ellos una bolsa de cuero conteniendo algunos dátiles, y una pequeña piel
con agua, y se dispuso a marcharse hacia su hogar. La madre de Isma’íl lo
siguió y le dijo “¡Ibrahím! ¿Dónde vas, dejándonos en este valle donde no
hay nada ni nadie?” Ella le repitió esto varias veces, pero él no se dio
vuelta. Entonces ella le preguntó: “¿Allah te ha ordenado esto?”, y él
respondió: “Sí”. Ella dijo: “Entonces Él no nos abandonará”, y volvió a
aquél lugar mientras Ibrahím seguía su camino. Cuando él alcanzó az-Zaníyah,
donde ellos no podían verlo, miró hacia el sitio de la Ka’bah, y levantando
ambas manos, oró a Allah con estas palabras:

 “¡Oh, Señor nuestro! Por
cierto que yo he establecido parte de mi descendencia en un valle árido de
poca vegetación [La Meca] junto a Tu Casa Sagrada para que ¡Oh, Señor
nuestro! practiquen la oración. Infunde en los corazones de los hombres amor
por ellos, y susténtalos con frutos para que sean agradecidos.”. (Ibrahím
14:37 – interpretación del significado).

 La madre de Isma’íl
siguió amamantando a Isma’íl y bebiendo del agua que tenía. Cuando el agua
en la piel se agotó, ella padeció sed y su hijo también. Comenzó a buscar
algo para él, agonizando y golpeando el suelo con sus talones. Dejó un
momento a su hijo, pues no podía seguir cuidando de él, y vio que la montaña
de Safa era la más cercana desde donde ella estaba en aquella tierra. La
madre de Isma’il se trepó a ella y comenzó a escudriñar el valle con agudeza
para hallar a alguien, pero no pudo ver a nadie. Entonces descendió de Safa
y cuando alcanzó el valle, se cubrió con su túnica y corrió, como una
persona angustiada y en apuros, hasta que cruzó el valle y alcanzó la colina
de al-Marwa, donde se quedó parada y comenzó a mirar, esperando por alguien,
pero no podía ver a nadie. Repitió esto (corriendo entre Safa y Marwa) siete
veces. 

 Ibn ‘Abbás dijo: el
Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Esta es la fuente de
la tradición de recorrer la distancia entre las colinas Safa y Marwa. Cuando
ella alcanzó al-Marwa (por última vez), oyó una voz y se dijo a sí misma que
tenía que permanecer tranquila y escuchar atentamente. Oyó la voz
nuevamente, y dijo: “¡Oh, quien sea que fueres!, Tu me has hecho escuchar tu
voz, ¿Tienes algo para ayudarme? Y vio un ángel parado sobre el sitio de
Zámzam, cavando en la tierra con su talón (o su ala), hasta que el agua
brotó del lugar. Ella comenzó a hacer algo como un cuenco alrededor de él,
usando sus manos, y comenzó a llenar la bolsa de piel con agua con sus
manos, y el agua comenzó a fluir después de que hubo dragado un poco el
lugar”. 

Ibn Abbás dijo: “El
Profeta agregó: “¡Que Allah conceda Su Misericordia a la madre de Isma’íl!
Ella tuvo que dejar la fuente de Zámzam sola, (fluyendo sin intentar
controlarla, sin haber tenido que cavar para conseguirla y llenar su
cantimplora de piel), Zámzam sería un arroyo fluyendo sobre la superficie de
la tierra”. El profeta siguió adelante y agregó: “Entonces bebió, y le dio
de mamar a su niño. El ángel le dijo: “No tengas miedo de ser descuidada,
porque es la Casa de Allah la que será aquí construida por este muchacho y
por su padre, y Allah nunca descuida a Su gente”. La Casa (es decir, la
Ka’bah) en aquel tiempo estaba sobre un lugar alto semejante a un montículo,
y cuando el torrente de agua lo alcanzó, fluyó por su derecha y su
izquierda. Ella vivió de esa manera hasta que alguna gente de la tribu de
Yurhum o una familia de Yurhum pasó por ella y por su niño, llegando por el
camino de Kada’. Acamparon en la parte baja de Meca, donde vieron que un
pájaro tenía el hábito de volar alrededor de aquél lugar y no abandonarlo.
Se dijeron: “Este pájaro debe volar alrededor del agua, aunque sabemos que
no hay agua en este valle”. Enviaron uno o dos mensajeros que descubrieron
la fuente de agua, y retornaron a informarles. Entonces, todos se
acercaron”. 

 El Profeta Muhámmad (paz
y bendiciones de Allah sean con él) agregó: “La madre de Isma’íl estaba
sentada cerca del agua. Ellos le preguntaron: “¿Nos permites quedarnos aquí
contigo? Ella respondió: “Sí, pero no tendrán derechos de posesión sobre el
agua”. Ellos estuvieron de acuerdo. 

 Ibn ‘Abbás dijo: “El
Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) continuó diciendo: “La
madre de Isma’il fue complacida de su penosa situación con la compañía de la
gente que ella tanto solía amar. Entonces, ellos se establecieron allí, y
luego enviaron a traer sus familias que vinieron a establecerse con ellos,
de tal manera que algunas familias se convirtieron en residentes
permanentes. El niño (es decir, Isma’íl) creció y aprendió de ellos el árabe
y sus virtudes, haciéndose amar y admirar conforme crecía, y cuando alcanzó
la edad de la pubertad, lo hicieron casarse con una mujer de entre ellos. 

 Luego de que la madre de
Isma’íl hubiera muerto, Ibrahím volvió para el casamiento de Isma’íl y para
ver su familia, que había dejado atrás antes. 

Entonces Ibrahím volvió
más tarde. Vio a Isma’íl bajo un árbol cerca de Zámzam, afilando sus
flechas. Cuando él vio a Ibrahím, se levantó a recibirlo, y se saludaron el
uno al otro como un padre e hijo lo hacen.
Ibrahím dijo: “¡Oh, Isma’íl!
Allah me ha dado una orden”.
Isma’íl respondió:
“Haz lo que tu Señor te ha ordenado”. Ibrahím le preguntó: “¿Me ayudarás?”,
a lo que Isma’íl respondió: “Claro, lo haré”. Entonces Ibrahím dijo: “Allah
me ha ordenado construir una casa aquí”, señalando a un montículo más alto
del terreno circundante”. El Profeta agregó: “Entonces ellos levantaron los
cimientos de la casa (es decir, la Ka’bah). Isma’íl trajo piedras e Ibrahím
fue construyendo, y cuando los muros estuvieron altos, Isma’íl trajo esta
piedra y la colocó para Ibrahím, quien se paró sobre ella para continuar la
construcción, y ambos dijeron: “¡Señor Nuestro! Acéptalo (esta ofrenda)
de nosotros. Verdaderamente, Tu eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe”
(al-Báqara 2:127 – interpretación del significado). El Profeta (paz y
bendiciones de Allah sean con él) agregó: “Entonces ambos circunvalaron la
construcción de la Ka’bah diciendo: “¡Señor Nuestro! Acéptalo (esta
ofrenda) de nosotros. Verdaderamente, Tu eres Quien todo lo oye, Quien todo
lo sabe” (al-Báqara 2:127 – interpretación del significado).

Sahih al-Bujari, 3113.

Origen

Sheij Muhammed Salih Al-Munajjid

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