El velo islámico no causa deficiencia de vitamina D

La mujer musulmana debe cubrir su cabeza y su cuerpo frente a los hombres ajenos a su familia, porque Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):

“¡Oh, Profeta! Dile a tus mujeres, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran [todo el cuerpo] con sus mantos; es mejor para que se las reconozca y no sean molestadas. Allah es Absolvedor, Misericordioso” (al-Ahzáb, 33:59).

Y a causa de las evidencias que ha sido discutidas previamente en el artículo 11774.

Hay consenso entre los sabios en que el velo es definitivamente obligatorio para la mujer musulmana. La deficiencia de calcio y vitamina D es algo que puede ser tratado médicamente comiendo comidas que tengan estos nutrientes, y por exposición a la luz solar en lugares donde no haya hombres ajenos a su familia, tal como a través de ventanas, en los techos de las casas, parques remotos, etc.

Dios, glorificado y exaltado sea, ha encomendado el velo, y Él conoce mejor Su creación y qué es lo mejor para ella. La ley islámica no encomienda ninguna cosa que pueda causar perjuicios evidentes ni considerables al ser humano.

Siguiendo un estudio médico en el cual diversos doctores tomaron parte, el Dr. Muhámmad Ash-Shákir (consultante en enfermedades óseas y especialista en el Hospital Rey Faisal en la ciudad de Riadh), rechazó lo que se ha afirmado acerca de que las vestimentas islámicas de las mujeres musulmanas juegan un rol en la deficiencia de la vitamina D. Las vestimentas de la mujer musulmana no evitan que la mujer esté expuesta a la luz solar, porque una exposición mínima es suficiente para asimilar esta vitamina. Fin de la cita del sitio web del Ministro de Salud de Arabia Saudita: http://www.moh.gov.sa/des/sections.php?CatParent=13&CatID=42

Si alguien le dice a la mujer musulmana que no debe vestir el velo por esta razón, nosotros le diríamos que tema a Dios, glorificado y exaltado sea, y tenga cuidado de Su castigo; que se aferre a lo que Él ha ordenado y cese de poner falsas excusas, porque nada está oculto a Dios. Dios conoce lo que hay oculto en todos los corazones (Capítulo Gháfir, 40:19). Que busque remedios y tratamientos que Dios no ha prohibido, y los encontrará, si Dios quiere.

Que Dios nos ayude a hacer lo que Él ama y lo que Le complace.

Y Allah sabe más.