¿Cuáles son los casos en que no se debe ofrecer la oración funeraria por un fallecido?

La oración funeraria es una obligación comunitaria (fárd kifaiah), que debe ofrecerse por cualquiera que muera y sea aparentemente musulmán, aún si ha cometido pecados mayores. 

An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 

“Ofrecer la oración funeraria por el fallecido es una obligación comunitaria, y no hay diferencia de opinión entre nosotros, lo que significa que hay consenso entre los eruditos”. Fin de la cita de al-Maymu’, 5/167. 

No hay evidencia legal que sugiera que hay alguna excepción acerca de ofrecer la oración funeraria por un musulmán, excepto por el mártir, quien fue abatido en batalla. 

Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 

“La oración funeraria no se ofrece por el mártir que ha sido abatido en batalla, porque el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no ofreció la oración funeraria por los mártires de Uhud, y no se sabe que haya ofrecido oración funeraria por ninguno de los mártires que hayan caído luchando con él en sus campañas militares. Lo mismo se aplica a sus sucesores, los califas rectamente guiados, y sus gobernantes y comandantes”. Fin de la cita de Zaad al-Ma’ád, 3/217. 

Consulta también la respuesta a la pregunta No. 14012. 

Con respecto al feto abortado, si no ha alcanzado los cuatro meses de gestación, entonces no se ofrece oración funeraria por él, porque no se considera todavía como un ser humano y el alma no la ha sido insuflada. Si fue abortado después de los cuatro meses de embarazo, entonces se debe ofrecer la oración funeraria por él. 

Los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita han dicho: 

“Si el feto no ha llegado a los cuatro meses de gestación, entonces no es necesario hacer el lavado ritual y la oración funeraria por él, no se debe imponerle un nombre y no se ofrece una comida (‘aqiqah) por su nacimiento, porque el alma aún no le ha sido insuflada”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá’imah, 8/408. 

Hay algunos individuos cuya situación no está clara, entonces alguna gente puede pensar que son musulmanes y ofrecen la oración funeraria por ellos, cuando de hecho no lo son, tal como los apóstatas e hipócritas. 

El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 

“Los apóstatas de cualquier tipo no son tratados de la misma forma que aquél que jamás creyó; más bien, deberían volver al Islam. Si se convierten al Islam nuevamente, entonces eso es bueno. Si no se convierte al Islam nuevamente, debe ser tratado como incrédulo. No debe ser enterrado con los musulmanes y no se ofrece la oración funeraria por él”. 

Fin de la cita de Fatáwa Nur ‘ala ad-Dárb, 14/6. 

Con respecto a los hipócritas, que son aquellos que esconden su incredulidad mientras externamente parecen ser musulmanes, si se sabe que esa persona es un hipócrita, entonces no se debe ofrecer la oración funeraria por él. 

Dios dijo (traducción del significado): 

“No ores [¡Oh, Muhammad!] por ninguno de ellos que muriere, ni te detengas junto a su tumba [para rogar por él], porque no creyeron en Allah y Su Mensajero, y murieron en el desvío” (at-Táwbah, 9:84). 

El Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 

“Si es sabido que una persona es hipócrita, entonces no es permisible ofrecer la oración funeraria por ellos ni rezar pidiendo perdón por ellos. Si no se puede corroborar eso de una persona, entonces se debe hacer la oración funeraria por ella. Si se sabe que una persona era un hipócrita entonces no se debe ofrecer la oración funeraria por él, pero aquellos sobre quienes no se sabe si eran hipócritas, se puede ofrecer entonces la oración funeraria”. 

‘Umar (que Dios esté complacido con él) solía no ofrecer la oración funeraria por quien Hudaifah no la ofrecía, porque durante la campaña de Tabuk, él sabía que los hipócritas estaban planeando asesinar al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”. Fin de la cita de Minhách as-Sunnah, 5/160. 

Y Allah sabe más.