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El significado de la básmalah (la fórmula “En el nombre de Dios, El Clemente, El Misericordioso”), y las normas sobre usarla cuando leemos el Corán

Pregunta: 21811

¿Cuál es el significado de la básmalah? ¿Y qué significan las palabras “Íqra bismi Rábbika” (Lee en nombre de tu Señor), en el capítulo Al-‘Alaq, 96:1?

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

Cuando uno pronuncia la
básmalah para iniciar cualquier acción, lo que significa podría definirse
como: ‘Comienzo este acto con el nombre de Dios, buscando Su ayuda para que
me bendiga y me proteja’. Dios es amado y adorado, a Quien se vuelven todos
los corazones, el único digno de toda obediencia y veneración. Él es El
Misericordioso, cuyo atributo es la más vasta misericordia; Él es El
Clemente, cuya clemencia alcanza toda la creación. 

Se ha dicho también que
lo que significa esta frase es comenzar cualquier acción recordando que el
destino de todas las cosas está en manos de Dios. 

Ibn Yarir (que Allah
tenga misericordia de él) dijo: “Dios, glorificado y exaltado sea, le enseñó
al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) las
maneras apropiadas para hacer todo, y parte de ello es mencionar el nombre
de Dios antes de realizar cualquier acción. Él nos ordenó mencionar estos
atributos antes de comenzar a hacer cualquier cosa, e incluso una fórmula
para comenzar cartas y obras literarias. El significado de estas palabras es
evidente, y no es necesario explicarlas en detalle para que sean
comprensibles”. 

Hay algo que se omite en
la frase “Bismilláh…” cuando es dicha antes de comenzar alguna acción, que
es la idea de “Yo comienzo esta acción en y con el nombre de Dios”, como si
uno estuviera diciendo “Leo en el nombre de Dios”, “Escribo en nombre de
Dios”, “Me alimento en nombre de Dios”, etc. Hay una gran bendición en hacer
esto, y también implica el consagrar todos nuestros actos a Dios, como una
forma de adoración, y a nadie más que a Él. 

El nombre de Dios es el
más grande nombre que Él posee, y es tan bien conocido que no necesita una
explicación detallada. Con este nombre se hace referencia exclusivamente al
Creador del universo, Glorioso y Eterno, Omnipotente. En árabe, la palabra
Allah (Dios) proviene de la raíz ‘aliha’. Dios es la Divinidad (Iláh), lo
cual significa que es adorado. 

Ar-Rahmán es uno de los
nombres de Dios que también pertenece exclusivamente a Él, nadie más puede
ser llamado o adjetivado con este nombre. Significa Aquel que posee la más
vasta misericordia, porque la forma intensiva de esta construcción en árabe
implica abundancia y exhuberancia en extremo. Este es el nombre más
exclusivo de Dios después de Allah, así como la más vasta misericordia es Su
atributo más exclusivo. Por eso el nombre Ar-Rahmán, a menudo aparece
después del nombre de Dios, como en el verso (traducción del significado): 

“Diles: Y sea que Le
invoquéis diciendo: ¡Oh, Allah! ¡Oh, Clemente!” (Al-Isrá, 17:110). 

Ar-Rahím es también uno
de los nombres de Dios, y significa Aquél cuya misericordia alcanza a
quienes Él quiere entre Sus servidores. 

Ibn al-Qayím (que Allah
tenga misericordia de él) dijo: “El nombre Ar-Rahmán se refiere a un
atributo que es parte de la esencia de Dios, y el nombre Ar-Rahím se refiere
a Su actitud hacia quien Él muestra misericordia. La primera es una
denominación adjetiva, que hace referencia a lo que Él es, y la segunda es
una denominación verbal, que hace referencia a lo que Él hace. El primero
indica que la misericordia es Su atributo y el segundo indica que Él concede
Su misericordia a Su creación. Quien quiera comprender esto, que medite el
significado de estos versos (traducción del significado):

“Él es Quien os
bendice, y Sus Ángeles [ruegan el perdón por vosotros] para extraeros de las
tinieblas a la luz, y Él es Misericordioso con los creyentes” (Al-Ahzáb,
33:43).

“Ciertamente Él es
Compasivo y Misericordioso con Sus siervos” (At-Táwbah, 9:117).

La palabra Ar-Rahmán
nunca es usada en este contexto. De esta forma sabemos que Ar-Rahmán es el
poseedor de la más vasta misericordia, y que Ar-Rahím es Aquel que concede
esa misericordia a Su creación”. Fin de la cita de Badá’i’ al-Fawá’id, 1/24.

En segundo lugar, las
normas sobre decir “En el nombre de Dios, El Clemente, El Misericordioso”
antes de leer el Sagrado Corán depende de la situación:

Si estamos al comienzo
de un capítulo cualquiera, exceptuando el capítulo At-Tawbah, entonces la
mayoría de los imames han afirmado que es recomendable recitar la fórmula
“En el nombre de Dios, El Clemente, El Misericordioso”, ya sea dentro de la
oración o fuera de ella. Esto debe hacerse como una práctica regular, y
algunos de los eruditos consideraron que una lectura del Sagrado Corán no
está completa si esta fórmula no es pronunciada, porque esta fórmula figura
efectivamente escrita en el texto coránico. Cuando el imam Áhmad (que Allah
tenga misericordia de él) fue consultado sobre recitar esta fórmula al
comienzo de cada capítulo, respondió: “Sí, no lo descuiden”.

2 –  Si uno comienza a
leer en el medio de un capítulo, que es el caso al que te refieres en tu
pregunta, entonces la mayoría de los eruditos y recitadores del Sagrado
Corán dicen que no hay ninguna razón por la cual uno no deba comenzar
recitando esta fórmula. Le preguntaron al imam Áhmad qué sucedía si una
persona comenzaba a recitar un capítulo por la mitad o en cualquier parte
que no fuera el principio, y respondió “No hay nada de malo con decir la
fórmula en esa situación también”. Al-‘Abadi narró que el imam Ash-Sháfi’
(que Allah tenga misericordia de él) consideraba que era recomendable
recitar esta fórmula cuando uno recita un capítulo comenzando por la mitad o
por otra parte que no sea el principio.

Los recitadores del
Corán suelen afirmar que con seguridad esta fórmula debe recitarse si se
recitarán versos que mencionan a Dios mediante un pronombre que hace
referencia a Dios, como por ejemplo los versos (traducción del significado):

“Él es Quien sabe
cuándo llegará la Hora [del Juicio]” (Fússilat, 41:47).

“Él es Quien ha
creado huertos, unos con plantas rastreras y otros con plantas que crecen
hacia lo alto” (An-An’ám, 6:141).

Porque de otra forma, si
uno recitara estos versos después de decir “Me refugio en Dios de Satanás el
maldito” sin mencionar la fórmula “En el nombre de Dios El Clemente, El
Misericordioso”, el pronombre parecería referir a Satanás, lo cual daría
como resultado un mensaje horrendo y contrario al espíritu del Corán.

3 – Sobre recitar la
fórmula mencionada al comienzo del capítulo At-Táwbah, difícilmente hay
alguna disputa entre los eruditos acerca de esto. La gran mayoría de ellos
está de acuerdo en que hacer esto es algo desaconsejable.

Sálih dijo, comentando
algunas experiencias con su padre el imam Áhmad (que Allah tenga
misericordia de ambos):

“Le pregunté acerca de
los capítulos Al-Anfal y At-Táwbah, si es permisible para el musulmán
separarlos, recitando la fórmula: “En el nombre de Dios, El Clemente El
Misericordioso” al principio de At-Táwbah. Mi padre me dijo: “Con respecto
al Sagrado Corán, debemos remitirnos a aquello en lo cual los compañeros del
Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con ellos) estaban de acuerdo, y
es que al Corán no se le debe quitar ni agregar nada”.

4 – Sobre comenzar a
recitar el capítulo At-Táwbah a medio camino, los eruditos y recitadores del
Corán difieren acerca de esto, como reportó Ibn Háyar al-Haizami en
Al-Fatáwa al-Fiqhíyah, 1/52. Él dijo: “Entre los más prominentes recitadores
del Sagrado Corán, As-Sajawi dijo que no hay disputa entre ellos sobre el
hecho de que es recomendable comenzar con la fórmula “En el nombre de Dios,
El Clemente, El Misericordioso” cuando uno comienza a leer el capítulo
At-Táwbah por la mitad, porque él diferenciaba entre comenzarlo por el
principio y comenzarlo por el medio, pero su explicación fue muy simplista,
y fue refutada por Al-Ya’bari entre los recitadores del Corán. El punto de
vista de que es desaconsejable, es probablemente más correcto, porque según
algunos compañeros del Profeta Muhámmad la razón por la cual el capítulo
At-Táwbah es el único que no comienza con esta fórmula, es que en este
capítulo se rebeló por primera vez la orden para el Profeta y sus compañeros
de combatir a los idólatras por medio de la espada, y porque este capítulo
expone a los hipócritas de una forma cruda y directa. Estos tópicos se
repiten en el capítulo At-Táwbah. Por lo tanto, no está prescripto recitar
la fórmula aun si uno comienza el capítulo por la mitad, tal como no está
prescripto recitarla si uno comienza por el principio”.

Ver Al-Adáb
Ash-Shar’íyah, por Ibn Muflíh, 2/325; Al-Mawsú’ah al-Fiqhíyah, 13/253; y
Fatáwa al-Fiqhíyah al-Kubra, 1/52.

En tercer lugar, con
respecto al significado de las palabras “íqra’ bismi Rábbika” (“Lee [o
‘recita’] en el nombre de tu Señor), que pertenecen al capítulo Al-‘Alaq, el
imam Ibn Yarír (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Estas palabras
estaban dirigidas al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él); Dios le estaba ordenando que leyera o recitara, en Su nombre.
Pero Dios sabe mejor”.

Origen

Sheij Muhammed Salih Al-Munajjid

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