Los aspectos sanitarios y religiosos de la circuncisiَn

El musulmán obedece lo que Allah ha ordenado. Ese es el significado de Islam, la sumisiَn a Allah y la obediencia a Su Mandamiento, ya sea que la sabiduría detrás del mismo le quede muy clara o no, porque El que emite ese mandamiento – Allah, exaltado sea – es el Creador, el que Todo lo Sabe, el que Creَ la humanidad y sabe lo que es bueno o malo para todos los hombres. La circuncisiَn es una de las reglas de la legislaciَn que el musulmán lleva a cabo por su propia voluntad, sometiéndose al amor de Allah, y buscando en él la recompensa. Tiene la certeza de que Allah no ordena nada a menos que haya sabiduría detrás de ese acto y que sea bueno para Sus siervos, ya sea que la gente lo sepa o no. Y como su pregunta hace referencia a los beneficios sanitarios de la circuncisiَn, responderemos su pregunta, luego de observar los beneficios religiosos, para aumentar así la fe de los creyentes en esta regla, y que los no musulmanes puedan ver un aspecto de la grandeza de la ley islámica que nos ha llegado para traernos beneficios y alejar todo perjuicio. 

1 – Beneficios religiosos:

La circuncisiَn es uno de los mandamientos relacionados con el embellecimiento establecidos por Allah, y que Allah ha prescrito para Sus siervos para hacerlos más bellos por dentro y por fuera (física y espiritualmente). Es la perfecciَn de la fitrah (estado natural del ser humano) con la que él los ha creado, y de allí la perfecciَn del monoteísmo puro de la religiَn de Abraham. El origen de la instituciَn de la circuncisiَn como la perfecciَn fue cuando Allah hizo un pacto con Abraham y prometiَ nombrarlo líder de la humanidad, y también le prometiَ que sería el padre de una gran naciَn, que profetas y reyes vendrían a él desde sus ijadas y que tendría muchos descendientes. Y también le dijo que entre él y sus descendientes habría un signo del pacto, el cual sería que cada varَn recién nacido debía ser circuncidado, de tal manera que muestren en sus cuerpos un signo de ese pacto. La circuncisiَn es un signo de pertenecer a la religiَn de Abraham, y va de acuerdo a la interpretaciَn del versículo Coránico que dice (interpretaciَn del significado): 

“Nuestra religiَn es la de Allah. ؟Y qué mejor religiَn que la de Allah? Y nosotros Le adoramos.”  

[2:138]  

Para los monoteístas puros, es decir los musulmanes, la circuncisiَn tiene el mismo estatus que tiene el bautismo para los devotos de la cruz (cristianos). Ellos purifican a sus niٌos – segْn dicen – al bautizarlos en el agua del bautismo, y, dicen, que así se convierte en cristiano. Allah ha prescrito para los monoteístas su propio rito, el símbolo del cual es la circuncisiَn. Dice Allah en el Corán (interpretaciَn del significado): 

“Nuestra religiَn es la de Allah. ؟Y qué mejor religiَn que la de Allah? Y nosotros Le adoramos.”  

[2:138]  

Por eso Allah ha convertido a la circuncisiَn en un símbolo de aquellos que Le pertenecen a él y a Su religiَn, y que se atribuyen a él como siervos devotos suyos solamente… 

El punto aquí es que la religiَn de Allah es monoteísmo puro que llena el corazَn con conocimiento, amor y sinceridad a él, y también de adoraciَn solamente a él, y que marca el cuerpo con las características de la fitrah, es decir la circuncisiَn, la remociَn del vello pْbico, recortarse el bigote, recortarse las uٌas, depilarse los vellos de las axilas, enjuagarse la boca y la nariz, usar el siwaak (cepillo dental natural) e higienizarse después de eliminar heces u orina. 

Por eso la fitrah de Allah se manifiesta en los corazones de los monoteístas y en sus cuerpos. 

(Ver Tuhfat al-Mawdud bi Ahkaam al-Mawlud de Ibn al-Qayyim, pág. 351)   

La circuncisiَn también acarrea beneficios sanitarios y trae diversos beneficios adicionales al niٌo a lo largo de su vida. (Ver pregunta n° 2425). 

No es esencial que el niٌo permanezca como está cuando sale del vientre de su madre, si es que hay algo que pueda hacerse y que cumpla algْn fin y esté establecido por la religiَn pura. Entre esas cosas encontramos afeitar la cabeza del recién nacido, porque es para su beneficio. El Profeta del Islam (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “Quítenle ese perjuicio al niٌo”. 

Lo mismo se aplica a lavarle la sangre al niٌo y cortarle el cordَn umbilical que lo unía a su madre, y otras cosas que se hacen por su beneficio. 

2 – Beneficios sanitarios:

El Dr. Muhammad ‘Ali al-Baar (miembro del Royal College of Cirujanos del Reino Unido y asesor del departamento de Medicina Islámica del Centro Rey Fahd de Investigaciones Médicas de la Universidad Rey Abdul Aziz en Jeddah) dice lo siguiente en su libro al-Jitaan (La Circuncisiَn): 

“La circuncisiَn de niٌos recién nacidos (es decir, dentro del primer mes de vida) trae diversos beneficios sanitarios, entre ellos: 

1 –  Protecciَn contra infecciones en la zona del pene, la cual puede ser resultado de la presencia del prepucio, provocando un ajustamiento del prepucio que a su vez puede llevar a retenciَn de orina o infecciones del glande, que a la larga requerirán la circuncisiَn del niٌo. En casos crَnicos, el niٌo puede verse expuesto a numerosas enfermedades, la más seria de ellas el cáncer de pene. 

2 – Infecciones de la uretra. Diversos estudios han demostrado que los niٌos no circuncidados están más expuestos a infecciones de la uretra. En algunos estudios, la tasa fue 39 veces mayor que en los niٌos circuncidados. En otros estudios, la tasa fue de 10 veces más. Otros estudios han demostrado que el 95% de los niٌos que sufren de infecciones de la uretra no están circuncidados, mientras que la tasa entre niٌos circuncidados no excediَ el 5%. 

En los niٌos, la infecciَn de la uretra es muy seria en algunos casos. En un estudio realizado por Wisewell sobre un total de 88 niٌos que sufrieron infecciones de la uretra, un 36% de ellos mostrَ el mismo tipo de bacterias halladas en su sangre también. Tres de ellos contrajeron meningitis, y dos de ellos padecieron problemas renales. Otros dos murieron como resultado del esparcimiento de microorganismos en todo el cuerpo. 

3 –  Protecciَn contra el cáncer de pene: Los estudios concuerdan en que el cáncer de pene es casi inexistente en hombres circuncidados, mientras que la tasa entre hombres no circuncidados no es insignificante. En los Estados Unidos, la tasa de cáncer de pene entre hombres circuncidados es cero, mientras que entre hombres no circuncidados es de 2,2 por cada 100.000 hombres no circuncidados. Como la gran mayoría de los hombres en Estados Unidos están circuncidados, los casos de este tipo de cáncer oscilan entre 750 y 1000 al aٌo. Si la poblaciَn no estuviera circuncidada, los casos ascenderían a 3000. En países donde los niٌos no están circuncidados, como China, Uganda y Puerto Rico, el cáncer de pene representa entre un 12% y un 22 % de los cánceres encontrados en los hombres; es un porcentaje muy alto. 

4 – Enfermedades de Transmisiَn Sexual (ETS). Los investigadores han descubierto que las ETS que se transmiten por contacto sexual (normalmente por fornicaciَn/adulterio y homosexualidad) son más comunes entre los no circuncidados, especialmente el herpes, el chancro, la sífilis, cándida, gonorrea, y las verrugas genitales. 

Existen numerosos estudios modernos que confirman que la circuncisiَn reduce la posibilidad de contraer SIDA al compararlos con las personas no circuncidadas. Pero eso no implica en absoluto que un hombre circuncidado no pueda contraer SIDA como resultado del contacto sexual con una persona infectada. La circuncisiَn no es una protecciَn contra ese virus, y no hay manera real de protegerse contra las tantas ETS además de evitar la fornicaciَn/adulterio, la promiscuidad, la homosexualidad y otras prácticas repugnantes. (De aquí se desprende la sabiduría de la ley islámica al prohibir el adulterio y la homosexualidad). 

5 – Protecciَn de las viudas contra el cáncer cervical. Los investigadores han advertido que las viudas de hombres circuncidados tienen menos riesgo de contraer cáncer cervical que las viudas de hombres no circuncidados. 

Tomado de al-Jitaan, pág. 76, del Dr. Muhammad al-Baar. 

Y Allah sabe mejor. 

Referencias: Profesor Wisewell, publicado en la American Family Doctor Magazine, nْmero 41, 1991 CE.