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Si una persona se arrepiente y debe dinero pero no puede pagarlo, ¿cuál será su destino en el Más Allá?

Pregunta: 75062

En el libro at-Tawwaabín dice que un hombre joven y su esposa se arrepintieron, y él le dijo a as-Sirri: “Debo dinero”. As-Sirri dijo: “En el Día de la Resurrección, el penitente y sus oponentes serán traídos a comparecer y se les dirá: “Déjenlo, porque Allah les compensará”.

Mi pregunta es: Si una persona se arrepiente sinceramente y busca restituir los derechos de la gente, ya sea si el perjuicio es monetario o de otra clase, pero no puede hacerlo por alguna razón, ¿les restituirá Allah sus derechos a nombre suyo, y dejará de castigarlo en la tumba, o en el Más Allá?

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

Alabado sea Allah.

 El arrepentimiento
significa que la persona se vuelve hacia Dios, cambiando de una situación de
desobediencia a otra de obediencia, y restaurar los derechos de la gente.
Debemos entender que el arrepentimiento es obligatorio para cada musulmán,
como Allah dijo (traducción del significado):

 “¡Oh, creyentes!
Arrepentíos ante Allah en forma sincera” (at-Tahrím 66:8).

 Allah se regocija con
cada arrepentimiento de los penitentes, aún cuando Él no necesita de su
obediencia. Él nos dijo que ama a los penitentes, como Allah dijo
(traducción del significado):

 “Ciertamente Allah
ama a los que se arrepienten y purifican” (al-Báqarah 2:222).

 Quien vulnera los
derechos de la gente, ya sea materialmente o su derecho al honor y la
dignidad, transgredió las normas de la ley islámica.

 Basándonos en esto, debe
arrepentirse sinceramente por la deuda que se interpone entre él y su Señor,
y para esto los derechos de los damnificados deben ser restituidos. Con
respecto a los derechos intangibles como el honor y la dignidad, la manera
de restituir estos derechos, además de arrepentirse sinceramente, es rezar a
Dios pidiendo perdón para el damnificado y suplicar por él, si no sabe que
fue perjudicado. Pero si lo difamó o esparció habladurías sobre él, y se
enteró, entonces debe disculparse y pedirle que lo perdone.

 Acerca de los derechos
materiales, el arrepentimiento ante Dios no es suficiente, ni tampoco hacer
una súplica a favor del perjudicado, sino que debe también restituirle sus
derechos materiales devolviéndole los valores a su propietario. Si el
damnificado ha fallecido o no se encuentra, debe entregarse esos valores a
sus herederos.

 Si es incapaz de
devolverlos porque no sabe quién es su propietario, entonces debe dar en
caridad a nombre del damnificado. Si es incapaz de hacer esto porque es
pobre, entonces aún existe la esperanza de que su arrepentimiento sea
sincero, entonces Allah lo pagará en su nombre para que el damnificado sea
recompensado y esté satisfecho de él, y existe aún la esperanza, si Dios lo
permite, que Allah no lo castigue en la tumba ni en el Más Allá.

 Pero si no se
arrepiente, entonces Allah compensará los derechos del damnificado
quitándole las bendiciones que tenga a su favor el trasgresor
entregándoselas a su víctima; si sus bendiciones han sido completamente
consumidas, entonces las malas obras que la víctima tenga en su contra le
serán quitadas y cargadas en la espalda de su agresor. Ésta es la verdadera
bancarrota, además del castigo que Allah le aplicará por su transgresión a
la ley.

 Dice en Rawdat
at-Taalibín (11/246-247):

 “Si hay algún derecho
financiero relacionado con el pecado, tal como retener el zakah o caridad
obligatoria, arrebatar por la fuerza o un crimen contra la riqueza ajena,
entonces además de eso (del arrepentimiento) el trasgresor debe cumplir su
deber restituyendo el derecho de aquellos que perjudicó si todavía lo posee,
entregar algo de igual valor si ya no lo posee más, o puede pedirle a sus
acreedores que le perdonen su deuda.

 Si el damnificado no
está consciente del daño que se le causó, debe informárselo y debe
asegurarse de que hacerle llegar aquello a lo que tiene derecho. Si ha
fallecido, entonces debe entregárselo a sus herederos. Si no tiene herederos
ni nadie conocido, entonces debe entregarle la riqueza a un juez cuya
conducta sea buena y que sea conocido por su compromiso religioso. Si esto
no es posible, entonces el arrepentido debe darlo en caridad a los pobres a
nombre del damnificado, con la intención de compensarlo si lo encuentra.

 Si está en dificultades
financieras, entonces pensamos que debe formar su intención de pagarle
cuando pueda hacerlo. Si muere antes ser capaz de hacerlo, entonces
esperaríamos que sea perdonado, por la gracia de Dios.

 An-Nawawi dijo: “El
significado aparente de la Tradición Profética es que el pecado está todavía
sobre los hombros del malhechor hasta que restituya lo robado, aún si muere
cuando está en dificultades financieras y es incapaz de devolverlo, y si
persiste en su intención de no devolverlo.

 Pero si ha tomado un
préstamo de forma permisible, es incapaz de devolverlo hasta que muere,
destruye algo por error y es incapaz de pagar la compensación por ello y
muere, entonces parece que en este caso no se le requerirá pagarlo en el Más
Allá, porque no cometió un pecado, y esperamos que Allah compense al
propietario perjudicado.

 Con respecto a la
maledicencia, si no le han llegado noticias de esto a la víctima, entonces
he leído en el dictamen legal de al-Hináti que es suficiente con que el
pecador lo lamente y rece pidiendo perdón. Si le han llegado noticias a la
víctima, entonces la manera apropiada es contactarse con la víctima y
pedirle perdón. Si no es capaz de hacerlo porque ha fallecido o se ha ido de
viaje, entonces debe rezar pidiendo a Dios que perdone a su víctima. No
tiene sentido buscar el perdón de sus herederos. Este es el punto de vista
de al-Hináti”. Fin de la cita.

 Y Allah sabe más.

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