¿Podría usted relatarnos algo sobre la vida y obra del Imam Al-Ghazali?
¿Quién fue el Imam Al-Ghazali?
pregunta: 13473
Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.
Su nombre completo era Muhámmad Ibn Muhámmad Ibn Muhámmad Ibn Áhmad at-Tusi, pero fue más conocido como Al-Ghazali. Nació en Tus, en el 450 después de la Emigración, y su padre hilaba lana y la vendía en una tienda de Tus.
La vida del Imam Al-Ghazali merece ser discutida en forma extensa, porque atravesó diversas etapas. Estudió filosofía, pero luego rechazó sus postulados. Luego estudió filosofía islámica (‘ilm al-kalam), y llegó a dominar sus principios básicos, pero luego también se distanció de ella por considerar que contenía contradicciones. Durante su aprendizaje de la filosofía islámica refutó muchos argumentos de los filósofos, por lo que recibió el título de Huyyat al-Islam. Posteriormente aprendió esoterismo, pero también se distanció posteriormente de ellos, exponiendo la forma en que ellos embaucaban manipulando los textos y las normas jurídicas. Luego atravesó una etapa en que se acercó al sufismo, y estas se podrían decir que fueron las cuatro etapas de su vida.
El shéij Abu ‘Umar Ibn as-Salah (que Allah tenga misericordia de él) habló elogiosamente de él y dijo: “Mucho se ha dicho acerca de Abu Hámid, mucho se ha narrado sobre él. Sobre las cosas que escribió en sus etapas previas, no se le debe juzgar por ellas. Debemos guardar silencio sobre estas cosas y dejarlas en manos de Dios”. Ver: Abu Hámid al-Ghazali wa at-Tasáwwuf, por ‘Abd er-Rahmán Dimashqíyah.
Ninguna persona sensata que haya leído sus obras negaría su extraordinaria inteligencia, su ingenuidad y su perspicacia. El Imam Ad-Dahabi (que Allah tenga misericordia de él) dijo de él: “Al-Ghazali, el shéij e imam, el eminente erudito, Huyyat al-Islam, el cuestionador de su tiempo, Zain ed-Dín Abu Hámid Muhámmad Ibn Muhámmad Ibn Muhámmad Ibn Áhmad at-Tusi ash-Sháfi’i al-Ghazali, autor de muchos libros y poseedor de una inteligencia ulterior. Se quedó a estudiar con el Imam al-Haramain y adquirió un profundo conocimiento de la jurisprudencia islámica en escaso tiempo. Muy versado en la filosofía islámica, participó en numerosos debates, hasta que llegó a ser el más notable de los argumentadores…”. Fin de la cita de Siyar A’lám an-Nubalá’, parte 9, p. 323.
El Imam Abu Hámid al-Ghazali tenía un profundo conocimiento de los principios de la jurisprudencia, e incluso del sufismo y la filosofía islámica, y también era un devoto adorador y asceta. Pero nunca perdió su inclinación hacia la filosofía, que posteriormente canalizó hacia el sufismo a través del cual reformuló concepciones islámicas. Por esta razón fue criticado por algunos de sus contemporáneos que refutaron muchas de sus ideas. Abu Bákr ibn al-‘Arabi dijo: “Nuestro shéij Abu Hámid estudió mucha filosofía. Yo creo que luego intentó apartarse de ella pero no lo logró. Se han narrado de él algunas opiniones que suenan esotéricas, y esto parece comprobarse leyendo sus obras tempranas”. Ver Maymu’ al-Fatáwa, part. 4, p. 66.
Aun cuando Al-Ghazali era muy versado en distintas áreas del conocimiento islámico y otras áreas del conocimiento de su época, tenía un escaso conocimiento de la ciencia de los reportes y no podía distinguir claramente entre los reportes auténticos y los débiles. El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo de él: “Si asumimos que alguien intentó transmitir el punto de vista de nuestros rectos predecesores, pero lo que transmitió está lejos de ser el punto de vista que realmente sostenían ellos, entonces deberíamos concluir que tal persona tiene un escaso conocimiento del punto de vista de ellos. Esto podría decirse de Abu al-Ma’áli, de Ibn al-Jatíb, del Imam Abu Hámid al-Ghazali y de otros, que no tenían suficiente conocimiento de la ciencia de los reportes que los cualificara siquiera como eruditos ordinarios. Ninguno de ellos tenía un profundo conocimiento de las obras de los imames Al-Bujari y Muslim y sus reportes, y parece que no tenían de ellas un conocimiento mucho mayor que el del musulmán de a pie, que no puede distinguir entre un reporte auténtico de acuerdo a los eruditos de la ciencia de los reportes, y otro reporte falso e inventado. Sus libros parecen dar testimonio de esto, puesto que contienen extrañas afirmaciones que se apartan del camino recto. Hay muchos tópicos bien conocidos acerca de esto.
El Imam Abu Hámid al-Ghazali, a pesar de su brillantez, su devoción a Dios, su conocimiento de la filosofía islámica, su ascetismo y prácticas espirituales, parecía estar confundido y recurrir a veces al camino de aquellos que pretendían conocer la verdad a través de los sueños y métodos espirituales”. Maymu’ al-Fatáwa, parte 4, pág. 71.
Él también dijo: “Por eso, aunque Abu Hámid refutó a los filósofos e incluso consideró a muchos como incrédulos, a pesar de que expresó su veneración por la profecía y sus obras afirman grandes verdades y contienen grandes beneficios, todavía algunos de sus escritos contienen ideas filosóficas incorrectas, que en nuestra opinión entran en contradicción con la profecía. Por eso varios eruditos del Jorasán, de Iraq y del Mágrib lo criticaron, tales como su amigo Abu Isjaq al-Marghinani, como también Abu al-Wafá’ ibn ‘Aqil, al-Qushairi at-Tartusi, Ibn Rushd (Averroes) y al-Máziri. También los shéijs Abu ‘Amr Ibn as-Salah en su libro Tabaqat Ashbab ash-Sháfi’i, y Abu Zakaríyah an-Nawawi, quien dijo: “Algunas cosas importantes por las que fue criticado el Imam Al-Ghazali, afirmaciones extrañas que eran inaceptables para los eruditos de su escuela jurídica, como por ejemplo lo que dijo en Al-Muqáddimah al-Mantiq, al comienzo de Al-Mustasfa: “Esta es la base del conocimiento, y quien no comprenda esto, su conocimiento no es confiable en absoluto”.
El shéij Abu ‘Amr dijo: “Oí al shéij Al-‘Imad Ibn Iunus narrar del de Iusus ad-Dimashqi, el maestro de An-Nizamíyah en Bagdad, quien fue uno de los decanos famosos de esa escuela, que él solía cuestionar las palabras “Abu Bákr y ‘Umar, y fulano de tal…”, señalando que estos líderes tenían una gran fe y no habían leído la Muqáddimah”. Fin de la cita de Al-‘Aquidah al-Isfahaníyah, parte 1, pág. 169.
Ad-Dahabi narró en su libro Siyar A’lám an-Nubalá’ que Muhámmad Ibn al-Walíd at-Tartusi dijo en una carta que le envió a Ibn Muzáffar: “Sobre lo que dices de Abu Hámid, me he encontrado con él y hemos conversado. Es muy inteligente y capaz, y ha estado estudiando toda su vida, ha pasado la mayor parte de su vida en el estudio. Pero creo que se ha apartado del camino de nuestros eruditos predecesores y ha seguido el camino de los orantes. Luego abrazó el sufismo y pareció olvidar el conocimiento y abocarse a la “inspiración”, como aquellos que pretenden encontrar el conocimiento espiritual. Él se mezcló con los filósofos y comenzó a criticar a los juristas y eruditos de la filosofía islámica (‘ilm al-kalam).
Cuando escribió Ihiá’ ‘Ulum ed-Dín, comenzó hablando de la inspiración con el lenguaje de los sufíes, pero no tenía conocimiento de muchos asuntos, y por eso incluyó en su libro reportes débiles”.
Luego Ad-Dahabi dijo: “La obra Ihiá’ ‘Ulum ed-Dín contiene varios reportes débiles, pero también contiene muchas cosas beneficiosas. Yo habría preferido que no versara tanto sobre el ascetismo de los sufíes.
Le pedimos a Dios que nos conceda el conocimiento de lo que Dios ha revelado en el Sagrado Corán, y lo que Su Mensajero Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ha enseñado tanto en sus actos como en sus palabras, porque ciertamente adquirir este conocimiento no es algo de lo que debamos abstenernos, es nuestra obligación. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos enseñó a aferrarnos a su Tradición, y a meditar en las palabras de Dios. Por eso debemos estudiar las dos obras de reportes más auténticos (Al-Bujari y Muslim), Sunan an-Nasá’i, Riádh an-Nawawi y también Al-Adkar.
Debemos tener precaución con las polémicas de los filósofos, los ejercicios espirituales como el ayuno excesivo de los monjes, y aquellos que se recluyen por largos períodos en lejanos monasterios. La bondad se halla en el equilibro y la moderación, en el monoteísmo puro y tolerante, como enseñó el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Y Dios es el Único cuya ayuda buscamos. Que Dios nos guíe a todos hacia el camino recto.
Al-Maziri elogió a Abu Hámid, y dijo que su conocimiento de la jurisprudencia era mucho mayor que simplemente conocer sus principios. Con respecto a la filosofía islámica que trata sobre los pilares de la religión, él escribió libros sobre este campo del conocimiento, pero no tenía un conocimiento tan profundo. Le faltaba experiencia en este tópico.
Él estudió sobre filosofía antes de profundizar su conocimiento de la jurisprudencia, y eso quizás lo llevó a hacer preguntas audaces sin conocer ciertas normas legales.
Un amigo suyo me dijo que él estudió el libro Rasá’il Ijwán as-Safa, que contiene cincuenta y un ensayos. Fue escrito por Ibn Sina (Avicena), cuyos libros son muy famosos. Él estableció un paralelismo entre todos los principios del credo islámico y la filosofía, ciertamente se esforzó duro en entender donde otros habían fracasado. Yo he leído algunos de los libros de Abu Hámid al-Ghazali y he notado que él lo cita mucho.
Con respecto al sufismo, yo no sé dónde lo aprendió, pero he visto que sus compañeros mencionan los libros de Ibn Sina (Avicena) y también de Abu Haiyán at-Tawhidi. Hasta donde entiendo, creo que tomó algunas de sus ideas de él, porque me dijeron que Abu Haiyán escribió un inmenso libro, y que Al-Ihiá’ contiene algunas de las nociones de él…
En Al-Ihiá’ él mencionó algunas ideas que no tienen bases, como comenzar a cortarse las uñas por el dedo índice porque es el dedo principal de la mano, porque este es el dedo que usamos para significar el doble testimonio de fe; y luego continuar por el dedo medio, porque está a su derecha, y terminar con el pulgar de la mano derecha. Él narró incluso un reporte acerca de esto, pero este reporte no es auténtico.
Abu al-Farach al-Yauzí dijo: “Abu Hámid escribió Al-Ihiá’ ‘Ulum ed-Dín sin saber que algunos de los reportes que incluyó en su obra no eran auténticos. Su error fue recurrir a la inspiración y no investigar dentro del marco de trabajo de la jurisprudencia. Él mencionó el relato de Abrahán y opinó que la Luna, el Sol y las estrellas que Abrahán vio, eran barreras de luz que separaban al ser humano de Dios. Esto suena como una interpretación metafísica”.
Fin de la cita de Siyár A’lám an-Nubalá’, del Imam Ad-Dahabi, parte 19, pág. 340.
En el final de su vida el Imam Al-Ghazali (que Allah tenga misericordia de él) se concentró en la ortodoxia de la Gente de la Comunidad y la Tradición Profética, particularmente en el Sagrado Corán y en la Tradición Profética, y tomó distancia de muchos puntos de vista de la filosofía islámica. Aconsejaba aún más a los musulmanes actuar de acuerdo al Libro de Dios y la Tradición de Su Mensajero, y puso como ejemplo a los compañeros del Mensajero de Dios (que Dios esté complacido con todos ellos).
El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “En el final de su vida se acentuó en él el perfil de los eruditos ortodoxos, y fue cuando escribió Iljám al-‘Awwám ‘an ‘Ilm al-Kalam”. Fin de la cita de Maymu’ al-Fatáwa, parte 4, p. 72.
Una mirada a esta obra Iljám al-‘Awwám ‘an ‘Ilm al-Kalam nos revelará lo siguiente:
1 – Defendió el punto de vista de los rectos sucesores del Profeta, señalando que ese era el camino correcto y denunciando las innovaciones en la religión islámica.
2 – Reprobó las interpretaciones rebuscadas de los atributos divinos, y dijo que debían interpretarse de acuerdo a su significado, sin malinterpretarlos ni negarlos.
3 – Cuestionó enfáticamente a muchos eruditos de la filosofía islámica, sus innovaciones reprehensibles y dijo: “Hemos visto el daño que han causado las innovaciones en la religión, que afectaron a la filosofía islámica y se esparcieron entre la gente, aun cuando los compañeros del Profeta las habían prohibido. La filosofía islámica no existía en los tiempos del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y de sus compañeros, y por consiguiente ellos no siguieron esta metodología para producir argumentos y análisis de las evidencias. En su tiempo ellos hicieron esto de la mejor manera posible, y si hubieran pensado que usar estos métodos era bueno, lo habrían hecho antes que nosotros y habrían estudiado el asunto más de lo que estudiaron la división de la herencia entre los descendientes”.
Él también dijo: “Los compañeros del Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con todos ellos) necesitaban demostrar la profecía del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) a los judíos y cristianos, pero no podían agregar nada a la evidencia del Sagrado Corán. Ellos no recurrieron a argumentos y principios ajenos, porque sabían que esto causaría confusión. Para los musulmanes, no hay ninguna prueba después de las pruebas del Libro de Dios”.
Ver: Abu Hámid al-Ghazali wa at-Tasáwwuf.
Estos son algunos comentarios de los eruditos acerca de la vida y obra del Imam Al-Ghazali (que Allah tenga misericordia de él). Quiera Dios que sea suficiente y esclarecedor. Y que Dios nos guíe a todos hacia el camino recto.
Origen:
Sheij Muhammed Salih Al-Munajjid