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Reglas sobre buscar buenos augurios en una copia del Corán

Pregunta: 145596

En lugar de ofrecer la oración para tomar una decisión, algunas personas abren el Sagrado Corán al azar y buscan algo en la página que han escogido de la copia del Corán como una señal para ayudarlos a tomar su decisión. Por ejemplo, una mujer casada que fue a vivir con sus padres porque su marido no está dándole sus derechos, y quiere divorciarse. Su madre abrió el Corán (al azar) y encontró la historia de Moisés (la paz sea con él) y su madre, (donde Dios le dijo): “Pero cuando temas por él, entonces lánzalo al río” [Al-Qasas 28:7]. De esta historia, ella entendió que su hija debía regresar con su marido. ¿Puede explicarme este asunto?

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

La oración para tomar una decisión es una
acción confirmada por la Tradición Profética y está probada en reportes del
Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y no
puede reemplazarse por lo que has mencionado sobre buscar buenos augurios en
el Corán. Más bien esto está prohibido según varios eruditos, porque cae
bajo la misma denominación que la adivinación con flechas. 

Al-Qarrafi (que Allah tenga misericordia de
él) dijo: “Con respecto a la prohibición de buscar buenos augurios,
At-Tartusi dijo en su comentario que buscarlos en el Corán, la geomancia,
echar algo a las suertes, tirar granos de cebada (e interpretar los patrones
en que caen), y cosas parecidas están prohibidas porque caen bajo la misma
denominación que la adivinación con flechas. Durante la época de ignorancia
preislámica tenían flechas o pedazos de madera encendidos en que escribían
“Hacerlo”; en otras flechas escribían “No hacerlo” y “No es claro (o intenta
de nuevo)”. Una persona sacaba una de ellas, y si encontraba escrito
“Hacerlo” él proseguiría con lo que estaba pensando hacer; si encontraba las
palabras “No hacerlo”, dejaría de lado lo que quería hacer pensando que
estaría mal; si encontraba la palabra “No es claro (o intenta de nuevo)”, él
intentaría de nuevo. Entonces estaba buscando tener parte en lo oculto por
medio de esas flechas, por lo que si era bueno, entonces que lo siguiera y
si fuera malo que se olvidara de eso. Lo mismo aplica a quien busca los
buenos augurios en el Corán o en otra parte; el que hace eso piensa que si
ve algo bueno entonces lo seguirá y si ve algo malo entonces intentará
evitarlo. Esto es exactamente el significado de que la adivinación con
flechas o con los capítulos del Corán están prohibidos”. Fin de la cita de
Al-Furuq, 4/240. 

An-Nafrawi dijo: “El Profeta Muhámmad (que la
paz y las bendiciones de Allah sean con él) gustaba de los buenos signos,
refiriéndose a algo que hace que uno se sienta a gusto, como una buena
palabra. En As-Sahih dice: “No hay ningún mal augurio, y lo mejor de eso es
un buen augurio”. Le dijeron: “Oh, Mensajero de Dios, ¿qué es un buen
augurio?”. Él dijo: “Una buena palabra que alguno de ustedes oye”. Según
otro reporte, él dijo: “Pero me gustan los buenos augurios”. Un ejemplo de
eso es si una persona parte en una jornada o si va a visitar a una persona
enferma y oye las palabras “Iá salim” (Oh, prudente), “Iá ghanim (Oh,
ganador) o “Iá ‘áfiah (Oh, saludable). Esto aplica si no estaba buscando un
augurio y lo oyó por casualidad; pero si estaba buscando un augurio para que
pudiera actuar de acuerdo a lo que oyó, si era bueno o malo, entonces no es
permisible, porque está prohibido, como la adivinación con flechas que
hacían durante la época de ignorancia preislámica. Una práctica similar que
tampoco es permisible es buscar augurios en el Corán, porque esto también
cae bajo la misma denominación que la adivinación con flechas, porque puede
encontrar algo en el Corán que parece apuntar a algo que no le gusta, y eso
puede llevarlo a considerar al Corán como “desafortunado”. Si una persona
quiere hacer algo y entonces oye algo que lo perturba, no debe cambiar sus
planes; más bien debe decir: “Oh, Dios, nadie trae el bien excepto Tú y
nadie trae el mal o nos refugia del mal excepto Tú”. Fin de la cita de
Al-Fawakih ad-Dawani, 2/342. 

El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga
misericordia de él) fue consultado acerca de buscar buenos augurios en el
Corán. Él dijo: “Con respecto a buscar buenos augurios en el Corán, no hay
reportes acerca de que las primeras generaciones y las generaciones
posteriores disputaran acerca de esto. Al-Qádi Abu Ya’la mencionó una
disputa respecto de esto. Él narró de Ibn Báttah que él lo hizo y dijo que
alguien lo detestó por ello. Pero este no es el tipo de buenos augurios que
gustaban al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean
con él); le gustaban los buenos augurios y detestaba las creencias
supersticiosas en los malos augurios. El tipo de buenos augurios que le
gustaban es cuando una persona hace algo o decide hacer algo, poniendo su
confianza en Dios, y entonces oye una palabra buena que lo hace feliz, como
por ejemplo las palabras “Oh, exitoso”, “Oh, próspero”, “O, feliz”, “Oh,
victorioso”, etc.

Por ejemplo, durante su migración a Medina el
Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se encontró con
un hombre en el camino y junto con Abu Bákr le preguntaron: “¿Cuál es tu
nombre?”. Respondió: “Yazid (significa incremento)”. Él dijo: “Oh, Abu Bakr,
nuestros asuntos aumentarán en lo bueno”. En cuanto a las creencias
supersticiosas en los malos augurios, si una persona ha hecho algo, poniendo
su confianza en Dios, o ha decidido hacer algo, y oye una palabra que
detesta, como “no alcanzará su meta”, o “no prosperará”, etc., y lo toma
como un mal augurio y abandona sus planes, esto está prohibido.

Se narró en As-Sahih que Mu’áwiyah Ibn al-Hakam as-Sulami le dijo al
Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Oh,
Mensajero de Dios, entre nosotros hay algunas personas que creen
supersticiosamente en los malos augurios”. Él dijo: “Eso es algo que uno a
veces siente en su corazón, pero no permitan que les impida proseguir”. Así
el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)
prohibió dejar que la superstición le impida a uno hacer lo que tenía
planeado hacer. En ambos casos, aunque le gustaban los buenos augurios y
detestaba las creencias supersticiosas en los malos augurios, él todavía
rezaba la oración buscado la ayuda de Dios para tomar una decisión, ponía su
confianza en Él y proseguía tomando las medidas apropiadas, como está
prescripto. En el caso de un buen augurio, él no lo convirtió en una razón o
motivo para proseguir, y no permitió que un mal augurio le impidiera
avanzar. Más bien son los paganos quienes basan sus decisiones en eso, para
lo que utilizaban en el caso de los árabes, flechas para la adivinación.

Dios prohibió usar las flechas para la
adivinación en dos versos del Corán; cuando la gente de la época de la
ignorancia preislámica quería tomar una decisión, traían ramitas como
flechas o guijarros o algo más en lo que habían hecho marcas para indicar
“bueno”, “malo” o “incierto (o intentar de nuevo)”. Si recogían el que decía
“bueno”, proseguirían con sus planes; si recogían el que decía “malo”, ellos
se refrenarían; y si recogían el que decía “incierto”, intentarían de nuevo.
Y hay otras acciones que caen bajo la misma denominación, como tirar los
guijarros o los granos de cebada (y “leer” los patrones en que caen), o
usando tablas, pedazos de madera o trozos de papel en que estaban escritas
letras árabes, versos de poesía, etc., por medio de los cuales una persona
decidiría si proseguía con sus planes o no. Todo esto está prohibido porque
cae bajo la misma denominación que la adivinación con flechas. Más bien está
en la Tradición Profética rezar la oración para tomar una decisión, buscando
la guía del Creador, consultar a otras personas y averiguar con base en la
ley islámica las evidencias de lo que a Dios le gusta y lo que detesta y
prohíbe. Estas prácticas supersticiosas a veces pretenden averiguar si lo
que una persona quiere hacer es bueno o malo y a veces pretenden averiguar
sobre su utilidad, en el pasado o en el futuro. En cualquier caso no está
permitido ni prescrito. Y Dios, glorificado y exaltado sea, sabe mejor”. Fin
de la cita de Maymu’ al-Fatáwa, 23/66. 

Por lo tanto es claro que buscar buenos
augurios en el Corán abriéndolo y mirando la página, y luego basar su
decisión en eso, está prohibido y es lo mismo que la adivinación con
flechas. Esto está en contraste con los buenos augurios que vienen
inmediatamente después de que uno ha tomado una decisión, al oír una palabra
buena por casualidad, cuando no lo está buscando. Lo que se menciona en tu
pregunta sobre la esposa que no está recibiendo sus derechos por parte de su
marido indica que el método mencionado no es correcto, porque uno podría
decir también que el verso mencionado indica que ella debe separarse de él y
mantenerse lejos, aunque ella tema las consecuencias de hacer esto, como la
madre de Moisés que lanzó su hijo al río, pero las consecuencias fueron
buenas para ella. 

En casos así es esencial examinar el problema
y sus causas y las formas de tratar con él apropiadamente según la ley
islámica, como ofrecer consejo sincero, buscar mediadores en la familia del
marido y de la esposa, etc. 

Y Allah sabe más.

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