Mi pregunta es si está bien que una persona tenga un capítulo favorito que le gusta leer u oír, y piensa sobre él todo el tiempo. Desde joven he amado siempre el capítulo Al-Waqi’ah. Yo intento leer el Corán tanto cuanto puedo diariamente, pero siempre me atrae el capítulo Al-Waqi’ah. Causa toda clase de emociones maravillosas en mí, como amor, esperanza y gratitud, pero también terror y miedo extremo de ir al Fuego del Infierno. Cada vez que me enfrento con una situación problemática o llena de tensión, los versos automáticamente se abren de pronto justo en mi cabeza y me hacen sentir mejor. Pero algunas veces considero que tal vez obro mal enfocando tanta atención en eso, y amándole más que a otros versos.
¿Es permisible tener un capítulo favorito del Corán que uno recita y escucha bastante a menudo porque tiene un impacto en el corazón?
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Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.
No hay nada de malo con que un musulmán distinga un capítulo del Libro de Dios con una atención extra, tanto si es recitándolo, escuchándolo o aprendiendo sobre sus significados y sus normas, exhortaciones, advertencias, etc., sin que eso lo lleve a descuidar el resto del Corán y abandonar su recitación, tanto porque se base en algunas razones especiales como intentar desarrollar un entendimiento más profundo del capítulo, o porque su contenido movilizó algunos sentimientos, etc. Pero esto no debe estar basado en la creencia de que ese capítulo en particular tiene una virtud especial para lo que no haya ninguna evidencia en los textos de la ley islámica.
En un reporte que fue registrado y clasificado como bueno por At-Tirmidi (3297), se dice que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hud, Al-Wáqi’ah, Al-Naba’, y Al-Takwir, han hecho que mi pelo se ponga gris”. Clasificado como auténtico por Al-Albani en Sahih at-Tirmidi.
An-Nasá’i (1010) transmitió que Abu Darr dijo: “El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) rezaba toda la noche, repitiendo el verso (traducción del significado):
“Si les castigas tienes derecho, pues ellos son Tus siervos; y si les perdonas, Tú eres Poderoso, Sabio” (Al-Má’idah, 5:118)”.
Clasificado como auténtico por Al-Albani en Sahih an-Nasá’i.
Abu Nu’aim transmitió en Al-Hiliah (2/55) con una cadena de transmisión auténtica que ‘Urwah Ibn Az-Zubair dijo: “Entré cuando Asma’ Bint Abi Bakr estaba rezando y le oí recitar este verso (traducción del significado):
“Y Dios nos agració con la fe y nos preservó del tormento del Fuego” (At-Tur, 52:27), entonces ella comenzó a buscar refugio en Dios, y continuó haciéndolo. Me levanté para salir cuando ella todavía estaba buscando refugio en Dios, y me fui al mercado. Cuando regresé, ella todavía estaba llorando y buscando refugio en Dios.
Ibn Sa’d transmitió en At-Tabaqat (7/150) de Bahz Ibn Hakim que Zararah Ibn Awfa los guiaba rezando la oración del amanecer en la mezquita de Banu Qushair, y él recitó hasta que llegó a las palabras (traducción del significado):
“Cuando se sople la trompeta [y se levanten los hombres de las tumbas], Ése será, entonces, un día difícil. Nada fácil para los incrédulos” (Al-Muddázzir, 74:8-10), después de lo cual cayó muerto. Yo era uno de quienes lo llevaron”.
El shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) fue consultado:
“¿Cuáles son las normas sobre preferir un capítulo a otro, especialmente porque a veces amo recitar el capítulo Mariam, por ejemplo, porque siento consuelo y alegría cuando lo recito?”
Él respondió:
“No hay nada de malo con que una persona prefiera un capítulo del Corán por encima de otro por alguna razón. Todos son la palabra de Dios, glorificado y exaltado sea. Con respecto a Quien dijo esas palabras, es decir Dios, glorificado y exaltado sea, no hay diferenciación. Pero con respecto a lo que incluye en grandes significados, puede haber alguna diferencia.
Más aún, se ha probado del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que “El más grande capítulo del Libro de Dios es el capítulo Al-Fátihah, y el más grande verso en el Libro de Dios es Aiat al-Kursi”.
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) envió a uno de sus compañeros a una expedición, y él solía recitar el Corán para sus compañeros y terminaba con el capítulo Al-Ijlás. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Pregúntale por qué hace eso”. Él dijo: “Porque esa es una descripción sublime del Más Misericordioso y amo recitarlo”. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Díle que Dios lo ama”.
Se probó del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que “El capítulo Al-Ijlás equivale a una tercera parte del Corán”. Si quien pregunta ama recitar el capítulo Mariam debido a sus grandiosas y beneficiosas historias sobre la recompensa del Último Día, denunciando al que descree y rechaza los signos de Dios, y otros significados, no hay nada de malo con eso en absoluto”.
Fin de la cita de Fatáwa Islamíyah, 4/50.
El punto es que algunas partes del Corán pueden tener un impacto mayor en el corazón que otros versos o capítulos, inculcando el temor a Dios o la esperanza en Él. Si el lector se beneficia de recitarlo y tiene el hábito de hacerlo repetidas veces, no hay nada de malo con eso.
Lo que no está permitido es pretender que nuestra preferencia personal es de alguna forma parte de la ley islámica cuando no hay ninguna evidencia para eso, es decir, creer que un capítulo o verso en particular tiene alguna virtud especial, o que el que lo lee tendrá tales y tales recompensas, sin estar eso basado en ningún texto de la Revelación.
El shéij Bakr Abu Zaid (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Es una innovación designar como si fuera especial un verso o capítulo para ser recitado en un tiempo en especial o en un lugar en particular o para una necesidad puntual, sin ninguna evidencia textual”.
Fin de la cita de Bida’ al-Qirá’ah, pág. 14.
Y Allah sabe más.
Origen:
Islam Q&A