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La humanidad de los Profetas

pregunta: 311269

En Su sabiduría, Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, hizo a los profetas humanos que comían y bebían, y los protegió de cualquier enfermedad que pudiera degradar su estatus, como la lepra y similares, para que fueran un ejemplo para la humanidad, explicándoles las enseñanzas de la religión. ¿Es posible en su caso, porque eran humanos, que pudieran enseñar basados en sus caprichos personales y cosas por el estilo con el propósito de explicar las normas islámicas sobre tales asuntos?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

En primer lugar:

La humanidad de los profetas y su vulnerabilidad ante la enfermedad, el hambre, los caprichos y cosas por el estilo, es un asunto sobre el cual hay consenso entre los musulmanes, y también se afirma en el texto coránico. Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dijo en el Corán (lo que en español se interpreta así):

{El Mesías, hijo de María, no es sino un Mensajero de Al-lah, al igual que otros que lo precedieron; y su madre, una fiel creyente. Ambos comían alimentos (como todos los seres humanos). Observa (¡oh, Muhammad!) cómo les explicamos las pruebas (de la unicidad de Al-lah) y cómo ellos se alejan de la verdad} [Corán 5:75].

{Los mensajeros les dijeron: “Es cierto que nosotros no somos sino seres humanos como ustedes, pero Al-lah concede Su favor a quien quiere de entre Sus siervos; y no podemos traerles una prueba si no es con el consentimiento de Al-lah. Y en Al-lah depositan su confianza los creyentes} [Corán 14:11].

{Respóndeles: “No soy más que un hombre como ustedes que ha recibido la revelación de que su Dios es un Dios Único. Sigan, pues, el camino recto que conduce a Él y pídanle perdón (por sus pecados)”. Y ¡ay de los idólatras!} [Corán 41:6].

Ibn Taimía dijo: “Los profetas eran vulnerables a la enfermedad, el hambre, el olvido y cosas por el estilo, según el consenso de los eruditos” (Ar-Radd ‘ala Al Bakri, 1/306).

Los profetas eran solo humanos, como cualquier otro ser humano, y les sucedió lo que les pasa a todos los humanos, así que se enfermaron, pasaron hambre, a veces se olvidaban de las cosas, etc. Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dijo en el Corán (lo que en español se interpreta así): {Los mensajeros les dijeron: “Es cierto que nosotros no somos sino seres humanos como ustedes, pero Al-lah concede Su favor a quien quiere de entre Sus siervos; y no podemos traerles una prueba si no es con el consentimiento de Al-lah. Y en Al-lah depositan su confianza los creyentes} [Corán 14:11].

Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dijo acerca de Job (la paz sea con él) (lo que en español se interpreta así):

{… Y (recuerda) a Nuestro siervo Job cuando invocó a su Señor diciendo: “El Demonio me ha infligido enfermedades y sufrimiento”} [Corán 38:41].

{Y (recuerda) a Job, cuando este suplicó a su Señor (para que lo librara de su enfermedad) diciéndole: “He sido alcanzado por la desgracia, y Tú eres el más Misericordioso de entre los misericordiosos”} [Corán 21:83].

Y Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, nos dice que los profetas tenían esposas e hijos, como dice en el Corán (lo que en español se interpreta así): {Y, ciertamente, enviamos mensajeros anteriores a ti (a sus respectivos pueblos) y les concedimos (también) esposas y descendencia. Y ningún Mensajero puede producir un milagro sin el permiso de Al-lah. Todo asunto tiene un tiempo decretado para él} [Corán 13:38].

De hecho, solían comer y pasear por los mercados, como Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dijo en el Corán (lo que en español se interpreta así): {Y todos los mensajeros que enviamos anteriores a ti (¡oh, Muhammad!) comían y caminaban por los mercados (como cualquier ser humano). Y los hemos puesto a prueba a unos con otros para ver si eran pacientes. Y tu Señor ve todo lo que hacen} [Corán 25:20].

Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, nos dice que Adán (la paz sea con él) olvidó algo. Dice en el Corán (lo que en español se interpreta así): {Y, ciertamente, ordenamos a Adán con anterioridad (no comer de un árbol concreto en el Paraíso), pero lo olvidó (desobedeciendo Nuestra orden); y no encontramos en él paciencia ni una firme determinación} [Corán 20:115].

Y Él, Glorificado y Exaltado sea, nos habla de Moisés (la paz sea con él) y de su siervo (lo que en español se interpreta así): {Y cuando llegaron al punto de confluencia de los dos mares, se olvidaron del pez…} [Corán 18:61].

Todos estos atributos resaltan la humanidad de los Profetas, e indican que eran vulnerables a las mismas cosas que todos los demás humanos, excepto que recibieron la revelación, como Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, instruyó a Su Profeta para que nos dijera (lo que en español se interpreta así): {Diles (¡oh, Muhammad!): “En verdad, yo no soy más que un ser humano como ustedes que ha recibido la revelación de que su Dios es un Dios Único. Aquel que anhele el encuentro con su Señor que actúe con rectitud y que no adore a nadie más que a Él”} [Corán 18:110].

El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Soy humano como tú. Recuerdo como tú recuerdas y olvido como tú olvidas” (Muslim, 572).

(Al Mawsu’a Al ‘Aqadia, 4/39).

Segundo:

Indudablemente, el hecho de que los mensajeros fueran humanos implica necesariamente que tenían las características de las que ningún ser humano puede prescindir, es decir, que comían, bebían, dormían, se casaban y tenían hijos. Tenían las mismas necesidades que todos los humanos de comida, bebida y de excretar desechos, como les sucede a todos los humanos, porque ese es el resultado inevitable de comer y beber.

{Y todos los mensajeros que enviamos con anterioridad a ti (¡oh, Muhammad!) eran también hombres (y no ángeles) a quienes concedimos la revelación. Pregúntenles (ustedes, idólatras) a quienes tienen conocimiento sobre las Escrituras si no lo saben. Y no dotamos (a los mensajeros) de un cuerpo que no necesitara ser alimentado ni eran inmortales} [Corán 21:7-8].

De la misma manera, nacieron como nacen los humanos; Tuvieron padres y madres, tíos paternos y tías paternas, tíos maternos y tías maternas; se casaron y tuvieron hijos:

{Y, ciertamente, enviamos mensajeros anteriores a ti (a sus respectivos pueblos) y les concedimos (también) esposas y descendencia. Y ningún Mensajero puede producir un milagro sin el permiso de Al-lah. Todo asunto tiene un tiempo decretado para él} [Corán 13:38].

Una de las implicaciones de esto es que necesitaban expulsar los desechos de su cuerpo, a saber, orina, heces y similares. Eso se menciona en los hadices que hablan de la purificación y la impureza menor. Estos asuntos son tan bien conocidos que no es necesario mencionarlos aquí.

Un ejemplo es el relato citado por Muslim en su Sahih (271) de Anas Ibn Málik, quien dijo: “El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) solía ir a un lugar apartado para hacer sus necesidades, y un niño como yo y yo llevábamos una vasija con agua, y él se limpiaba con el agua”.

En Sahih Al Bujari (156) se cita de ‘Abdul-lah Ibn Mas’ud (que Al-lah esté complacido con él) que el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) “solía ir a un lugar apartado para hacer sus necesidades y me instruyó para que le trajera tres guijarros. Encontré dos guijarros, y busqué un tercero, pero no pude encontrar uno, así que recogí un trozo de estiércol y se lo llevé. Tomó los dos guijarros y tiró el estiércol”.

Y Al-lah sabe más.

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