He decidido preguntarle a usted acerca de un fenómeno que está muy extendido en este país, y sobre el cual muchos musulmanes se preguntan si es lícito o no lo es, y es el asunto de robar crédito telefónico. Hay un montón de estudiantes árabes en este país, y todos ellos hacen llamadas a países del otro lado del mar. Como el costo de hacer estas llamadas es muy alto, han comenzado a ir a lugares donde usar los teléfonos es mucho más barato de lo habitual. La razón para ello es que estos teléfonos están conectados a ciudadanos del país o funcionarios del gobierno. Muchos de ellos justifican esto diciendo que el gobierno de este país no es musulmán y es hostil hacia el Islam y los musulmanes, y que nosotros tenemos derecho, incluso la obligación, de corromper su economía. Entonces, ellos consideran lícito esto si se trata de teléfonos del gobierno.
Robando crédito telefónico a un Estado no musulmán
pregunta: 42513
Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.
No es permisible para los musulmanes transgredir los derechos o la propiedad de los no musulmanes, incluso del gobierno que mencionas, porque ellos les han permitido entrar a su país y les han brindado su confianza, y ustedes han jurado honrar esta confianza y no traicionarla. El musulmán no debe romper sus promesas y convenios engañando o traicionando a nadie, porque esta no es la forma de proceder de un creyente. Dios dijo (traducción del significado):
“Cumplid con vuestros compromisos, porque se os interrogará por ellos” (Al-Isrá’, 17:34).
“¡Oh, creyentes! Cumplid con vuestras obligaciones” (Al-Má’idah, 5:1).
Y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Tres son los signos del hipócrita: cuando habla, miente; cuando promete, no cumple; y cuando se confía en él, traiciona”. Consensuado por los eruditos, narrado de Abu Hurairah. En la versión narrada por Muslim se agrega: “…aun cuando rece y diga ser musulmán”.
Y Allah es la Fuente de toda fuerza. Que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmad, a su familia y a sus compañeros.
Origen:
Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah li al-Iftá', 23/446