En primer lugar, soy un hombre joven de 20 aÙos de edad y estoy estudiando en la Facultad de Medicina. Mi padre falleciÙ hace poco y casi todas las responsabilidades recayeron sobre mĂ. Tengo un hermano que es mayor que yo pero es discapacitado. Hace unos dĂas sufrĂ una crisis psicolÙgica. EmpecĂ© a temerle a la enfermedad y a la muerte, pensĂ© que morirĂa ese dĂa y tuve muchos pensamientos extraÙos. Fui a un psiquiatra y me dijo: âEstĂĄs sufriendo angustia y depresiÙnâ. Me dio algunos medicamentos pero no los estoy tomando.
Alabado sea Allah.
El creyente no puede prescindir de su SeÙor. Ă©l es el Űčnico Capaz beneficiar y perjudicar. Al recurrir a Allah, usted ha hecho lo correcto.
La muerte es una realidad que Allah ordenÙ para todas las almas, como Ă©l dice en el CorĂĄn (interpretaciÙn del significado):
âToda alma probarĂĄ la muerteâ
[3:185]
No importa cuanto intente una persona, nunca podrĂĄ evitar lo que Allah decidiÙ y ordenÙ para Ă©l, es decir, la muerte.
Pero el miedo no debe impedir que una persona alabe y obedezca a Allah, sino que debe causar lo contrario. El miedo debe motivarnos para alabar y obedecer a Allah. El miedo â como dijo Ibn Qudaamah â es el lĂĄtigo de Allah con el cual Ă©l conduce a Sus siervos a continuar buscando el conocimiento y actuando segÙn el mismo, para que puedan alcanzar la cercanĂa de Allah.
El miedo puede hacer que alguien se sienta preocupado, angustiado o enfermo, que progresivamente lo pueda hacer perder la esperanza de la misericordia en Allah; en este caso, su miedo no es algo bueno sino malo.
Debe considerarse que la gran preocupaciÙn y el estrĂ©s psicolÙgico son causados por el hecho de no estar satisfecho (de la voluntad y el designio de Allah). Es posible que no obtengamos lo que queremos, y en caso de obtenerlo, eso no nos harĂĄ sentir satisfechos tal como habĂamos esperado. La idea que tenĂamos en nuestras mentes antes de lograrlo era mejor que la realidad.
Hasta despuĂ©s de conseguir lo que queremos, puede que suframos de angustia y miedo a perder esa bendiciÙn. No existe ningÙn remedio para esto salvo aceptar la orden de Allah, dĂĄndole gracias por Sus bendiciones y soportando pacientemente las dificultades y calamidades que Allah ha ordenado para nosotros.
Su situaciÙn puede requerir de un doctor, pero debe darse cuenta de que la mayorĂa de las enfermedades de las personas no son fĂsicas, sino psicosomĂĄticas.
El doctor al-Faarez dice: Se descubriÙ que para cuatro de cada cinco pacientes sus enfermedades no tenĂan relaciÙn con lo fĂsico, sino que resultaban del miedo, la angustia, el resentimiento, el egoĂsmo y la incapacidad de una persona de crear una armonĂa entre ella misma y la vida.
FĂjese cÙmo Yaâqup (que la paz sea con Ă©l) llorÙ por su hijo Yusuf (que la paz sea con Ă©l) y perdiÙ la vista. FĂjese cÙmo la angustia sobrepasÙ a âAaâishah (que Allah estĂ© satisfecho con ella) cuando la gente la difamaba y ella llorÙ tanto que dijo: âPensĂ© que el dolor me destrozarĂaâ. Convenido por al-Bujari y Muslim.
El doctor Hassaan Shamsi Pasha dijo:
En caso de angustia, aumenta en la sangre la secreciÙn de una sustancia llamada adrenalina, sube la presiÙn arterial, se acelera el ritmo cardĂaco y la persona tiene palpitaciones o siente como si algo estuviese hundiĂ©ndose en el fondo de su pecho.
Es posible que la persona se vuelva paranoica y vaya de un doctor a otro, preguntĂĄndose quĂ© sucede con su corazÙn, cuando no hay nada malo en su cuerpo pero de todos modos siente un dolor en el estÙmago y hay indigestiÙn, hinchazÙn en el abdomen, orina frecuente o tiene dolores de cabeza.
Debe tener fe y temerle a Allah; recite siempre dhikr y wirds que estĂĄn establecidos en la shariâah, porque Ă©ste es uno de los mejores remedios que lo librarĂĄn de los pensamientos que dan vueltas en su cabeza y de las cosas que los corazones lamentan.
Algunos de los duâaaâs relatados por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con Ă©l) que tratan sobre estos temas incluyen lo siguiente:
1 â Fue relatado de Anas (que Allah se complazca de Ă©l) que el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con Ă©l) solĂa decir: âAllaahumma inni aâudhu bika min al-hammi waâl-hazani waâlâayzi waâl-kasali waâl-yubni waâl-bujli wa dalaâ il-dayn wa ghalbat al-riyaal (Oh Allah, busco en Ti protecciÙn de toda preocupaciÙn, dolor, incapacidad, pereza, cobardĂa, avaricia, de estar en deuda y de ser dominado por los hombres)â. Narrado por al-Bujari, 6008.
2 â Se relatÙ que âAbd-Allaah ibn Masâud dijo: El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con Ă©l) dijo: âSi una persona que sufre de angustia o tristeza dice: âAllaahumma inni âabduka wa ibnu âabdika wa ibn ammatika naasiyati bi yadika maadin fiyya hukmuka âadlun fiyya qadaaâuka asâaluka bi kulli ismin huwa laka sammayta bihi nafsaka aw âallamtahu ahadan min Jalqika aw anzaltahu fi kitaabika aw astaâtharta bihi fi âilm il-ghaybi âindaka an tayâal al-Qurâaana rabiâa qalbi wa nuar sadri wa yalaaâa huzni wa dhahaaba hammiâ (âOh Allah, yo soy Tu siervo, hijo de Tu siervo, hijo de Tu sierva, estoy en Tus manos, Tu orden sobre mĂ es ejecutada eternamente y es justa. Te pido por cada nombre que Te pertenezca con los que Te has nombrado TÙ mismo o que le has enseÙado a cualquiera de Tu creaciÙn o que has revelado en Tus Libros o que has preservado en el conocimiento de lo Oculto contigo, que hagas que el CorĂĄn sea la vida de mi corazÙn, la luz de mi pecho, la partida de mi tristeza y la liberaciÙn de mi angustiaâ), entonces Allah se llevarĂĄ su angustia y su tristeza y las reemplazarĂĄ por alegrĂaâ.
Se dijo: âOh Mensajero de Allah, Űno debemos aprenderlo?â Ă©l contestÙ: SĂ, quien lo oiga deberĂĄ aprenderloâ
Narrado por Ahmad, 3704; clasificado como sahih por Sheij al-Albaani en su libro al-Silsilah al-Sahihah, 199.
3 â Se relatÙ que Saâd ibn Abi Waqqaas informÙ que el Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con Ă©l) dijo: âLa oraciÙn de JonĂĄs (Dhuâl-Nun) que rezÙ cuando estaba en el interior de la ballena: âLaa ilaaha illa Anta, subhaanaka inni kuntu min al-dhaalimin [nadie mĂĄs que TÙ tiene el derecho de ser adorado (Oh Allah), Glorificado (seas de todo cuanto te asocian)! Sinceramente, he sido de los pecadores]. NingÙn musulmĂĄn llama a Allah pronunciando estas palabras respecto de algÙn tema, sin que le responda.
Narrado por al-Tirmidhi, 3505; clasificado como sahih por al-Albaani en Sahih al-Yaamiâ, 3383.
Véase también preguntas no. 21677 .
Y Allah sabe mĂĄs.