¿Está escrito y predestinado por Al-lah que se cometan pecados? Si la respuesta es afirmativa, entonces ¿por qué Al-lah decreta que algunos cometan pecados y otros hagan buenas acciones?, considerando que todos pertenecemos al género humano.
Uno debe creer en dos cosas:
- Que Al-lah, exaltado sea, es el Creador de todas las cosas, y nada sucede en el universo excepto por Su voluntad. Él sabe todo lo que pasará y decretó todo eso y lo escribió en un Libro cincuenta mil años antes de crear los cielos y la tierra, como se afirma en el hadiz sahih de nuestro Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Al-lah es Justo y no agravia a nadie en lo más mínimo, porque Él es independiente de Su creación y no tiene necesidad de ellos. Él es bondadoso y misericordioso con ellos constantemente, entonces ¿cómo podría hacerles daño?
Este principio está en una gran cantidad de evidencias indicadas en el Corán y la Sunnah, como los versículos en los que Al-lah dice (lo que en español se interpreta así):
{He creado todas las cosas en su justa medida.} [Corán 54:49]
Y dice (lo que en español se interpreta así): {No sucede ninguna desgracia en la Tierra, ni a ustedes los azota adversidad alguna sin que esté registrada en un libro antes de que suceda. Eso es fácil para Al-lah.} [Corán 57:22]
Y el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Al-lah escribió los decretos de la creación cincuenta mil años antes de crear los cielos y la tierra”. Y dijo: “Y Su Trono estaba sobre el agua” (Muslim, 2653).
- El ser humano posee libre albedrío y la capacidad de elección, lo que le permite realizar determinadas acciones o abstenerse de ellas, como creer o no creer, obedecer o desobedecer. En consecuencia, será responsable de sus decisiones y será recompensado o castigado, aunque Al-lah ya conoce lo que hará, lo que elegirá y cuál será su destino final. Sin embargo, Al-lah no lo fuerza a cometer el mal ni a optar por el kufr (incredulidad); por el contrario, le ha proporcionado una guía clara a través de mensajeros y la revelación de libros, mostrándole el camino correcto. Aquellos que se desvían lo hacen en detrimento propio.
Dice Al-lah (lo que en español se interpreta así):
{Diles: "La Verdad proviene de su Señor. Quien quiera que crea, y quien no quiera que no lo haga".} [Corán 18:29]
Y dice (lo que en español se interpreta así): {Y le mostré el camino [para que libremente elija] ser de los agradecidos o de los ingratos.} [Corán 76:3]
{Quien haya realizado una obra de bien, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada. Y quien haya realizado una mala obra, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada.} [Corán 99:7-8]
{Se les dirá: "Este es el Paraíso que han heredado [en recompensa] por lo que solían obrar".} [Corán 7:43]
Y también dice (lo que en español se interpreta así): {Sufran el castigo eterno por lo que han cometido".} [Corán 32:14]
Al-lah nos aclara que una persona cree y hace buenas obras debido a su propia elección y libre albedrío y, como consecuencia de eso, entra al Paraíso; o no cree y hace malas obras debido a su propia elección y libre albedrío y, como consecuencia de eso, entra al Infierno.
Cada persona es consciente, en su interior y al observar a su alrededor, que sus acciones —sean buenas o malas, obedientes o pecaminosas— son el resultado de su propia elección, sin ser forzado a actuar de determinada manera. Es posible maldecir, jurar, mentir y difamar, como también alabar a Al-lah, glorificarlo, pedirle perdón, decir la verdad y dar consejos sinceros. Se puede optar por dirigirse hacia lugares de entretenimiento, ociosidad, de falsedad y maldad, o bien, hacia mezquitas y lugares donde se realiza el bien y se obedece a Al-lah. Una persona puede agredir con sus manos, robar, propagar falsedades y traicionar o, por el contrario, puede beneficiar a los necesitados, realizar acciones benéficas y ayudar a los demás. Toda persona realiza algunas de estas acciones por su propia voluntad, sin sentirse coaccionada, y luego deberá rendir cuentas por ellas; si sus acciones fueron buenas, las consecuencias serán favorables, pero si fueron malas, las consecuencias serán adversas.
Lo que Al-lah ha escrito y decretado es algo que la persona desconoce y no puede basar sus actos en ello ni utilizarlo como excusa. Tampoco es correcto objetar a su Señor cuestionando por qué Él ha hecho que alguien esté entre los condenados o los bienaventurados. Al-lah no ha agraviado a quien está condenado, sino que le ha dado tiempo, capacidad y libertad de elección, y le ha enviado mensajeros, ha revelado libros, y le ha recordado y advertido con toda clase de situaciones, como calamidades y pruebas, para que se arrepienta y vuelva hacia Él. Si eligió el camino del extravío, y siguió el camino de los criminales, solo se perjudicó a sí mismo, y es la persona misma quien ha causado su propia perdición, como dice Al-lah (lo que en español se interpreta así):
{¡Será bienaventurado quien purifique su alma [apartándola de los pecados], pero será un desventurado quien la abandone a sus pasiones!} [Corán 91: 9-10]
{Pero Al-lah no ha sido injusto con ellos, sino que ellos lo han sido consigo mismos.} [Corán 3:117]
Y dice (lo que en español se interpreta así): {¿Acaso no les fueron relatadas las historias de otros pueblos del pasado, como el pueblo de Noé, ‘Ad, Zamud, el pueblo de Abraham, la gente de Madián y las dos ciudades que fueron destruidas? Se les presentaron sus mensajeros con las pruebas evidentes [pero los rechazaron]. Al-lah no fue injusto con ellos [al castigarlos], sino que ellos fueron injustos consigo mismos.} [Corán 9:70]
Resumiendo: la creencia en que Al-lah es el Creador que ha decretado todas las cosas y ha diferenciado a los bienaventurados de los condenados no significa que Al-lah obligue a Sus siervos a obedecer o desobedecer. Más bien les ha dado la capacidad de elegir y el libre albedrío, y en función de eso actúan, y tendrán que rendir cuentas. El Señor no agravia a Sus siervos.
Y Al-lah sabe más.