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El estatus de un jurista es superior al de un narrador de reportes, pero ambos son buenos

Pregunta: 111963

El jurista, ¿tiene un nivel más alto que el narrador de reportes?

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

El jurista es un juez que deriva normas legales basándose en
los textos, y explica los principios de la ley islámica y los enseña a la
gente. Su especialidad son los objetivos y metas de la ley islámica para el
ser humano y la sociedad, los versos del Corán que encierran preceptos
evidentes y lograr un correcto entendimiento de lo que Dios quiere para Sus
servidores. 

Esto es algo que sólo pueden hacer algunos individuos, porque
requiere un estudio exhaustivo de los textos y un examen del punto de vista
de otros eruditos, requiere comprensión y estudiar las situaciones en la
vida real, y cómo aplicar las normas de la ley islámica a ellas. 

En el caso del narrador de reportes, transmite lo que oye de
la Tradición del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él), y entrega el mensaje que recibió con honestidad y rigurosidad.
Su principal interés es informar del reporte tal como lo oyó por todos los
medios posibles, pero no se involucra en explicar su significado ni en
derivar normas legales de su contenido, ni en considerar qué abroga y qué
queda abrogado, qué tiene significado general y qué tiene significado
específico. Más bien su rol es el de limitarse a narrar y transmitir. 

Esta tarea requiere precisión y cuidado, pero no requiere
conocimientos de la jurisprudencia ni de sus principios. 

El Imam al-A’mash (que Allah tenga misericordia de él)
describió el trabajo tanto del jurista como del narrador de reportes y dijo:

“Oh, juristas, ustedes son los médicos, y nosotros somos los
farmacéuticos”. Nasihah Ahl al-hadiz li al-Játib al-Bagdadí, 1/45. 

No es un secreto que los oficios del médico y del
farmacéutico son complementarios; el uno no puede hacer lo que hace sin el
otro. Ambos son buenos y su influencia es importante. El Islam también
confirma que tanto el jurista como el narrador de reportes son importantes,
son buenos y serán recompensados por Dios, pero el jurista (el médico) tiene
un grado algo más alto, pues su trabajo implica juzgar, es decir, un
esfuerzo para comprender y entender correctamente los textos y derivar
normas de ellos. 

Algunos eruditos extrajeron este significado de las palabras
del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él):
“Que Dios bendiga al hombre que oye mis palabras y las memoriza para
informarle a otros, porque quizás él informe a otros que las entenderán
mejor que él, y quizás quien lleva el conocimiento no lo entienda en sí
mismo”. Narrado por Abu Dawud, 3660. 

Ar-Ramahramzi (del año 360 después de la Héyirah) dijo: “El
Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)
diferenció entre quien narra la Tradición y quien la comprende, y así indicó
que quien la comprende tiene un grado superior, diciendo “porque quizás él
esté informando a alguien que lo comprenderá mejor que él, y quizás lleva el
conocimiento no lo comprende en sí mismo”. Afirmando la virtud de uno, se
afirma automáticamente la virtud del otro. Por ejemplo: Málik ibn Anas y
‘Ubaid Allah al-‘Umari, o entre el Imam ash-Sháfi’i y ‘Abd er-Rahmán ibn
Mahdi, o entre Abu Záwr e Ibn Abi Shaibah. La apertura de mente conduce a
determinar que ambos son gente de virtud y conocimiento; esta es la actitud
de la gente de mentalidad abierta que tiene conocimiento de la verdad”. Fin
de la cita de Al-Muháddiz al-Fádil, 1/169-170. 

Sobre quien combina ambas cualidades, quien comprende las
palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y
memoriza su conocimiento comprendiendo sus significados, beneficiando por
ello a otros y a sí mismos, esta es la mejor clase de personas entre los
musulmanes. 

Se narró de Abu Musa al-Ash’ari (que Dios esté complacido con
él) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él) dijo: “La guía y el conocimiento con el que Dios me ha enviado es como
la lluvia cayendo sobre la tierra. Una parte de la tierra es fértil, y
recibe el agua y germina en ella mucha hierba. Otra parte es dura pero
retiene el agua, y Dios permite que la gente se beneficie de ella, y ellos
beben y la dan a sus animales, y la usan para irrigar sus campos. Y otra
parte es estéril, y no retiene el agua ni produce hierba. Así es quien
comprende la religión de Dios, y Dios lo beneficia por ello con lo que Él me
ha enviado, cuando lo aprende y lo enseña a otros; y ahy quien no presta
atención a ello y no acepta la guía de Dios, con la cual Él me ha enviado”. 

El Imam an-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 

“Sobre el significado de este reporte, es un simbolismo de la
guía que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Dice que la tierra es de tres tipos, y lo mismo se aplica a la gente. 

El primer tipo de tierra se beneficia de la lluvia y vuelve a
la vida después de haber estado yerma, y produce vegetación de la cual se
benefician las plantas y los animales. Es como el primer tipo de personas a
quienes les llegó la guía. Tales personas la memorizan y sus corazones
vuelven a la vida, actúan siguiendo las enseñanzas y las transmiten a otros,
y así se benefician y benefician a otros. 

El segundo tipo de tierra no se beneficia de la lluvia en sí
misma, pero hace algo bueno con ella, porque la conserva para que se
beneficien otros, y entonces la gente y los animales se benefician de ella.
Es como el segundo tipo de personas, que tienen buena memoria pero no tienen
un profundo entendimiento de los significados por medio del cual puedan
derivar normas legales, y no se esfuerzan duro en el culto. Ellos lo
memorizan y preservan hasta que llega alguien que lo necesita y tiene
interés en aprender lo que ellos saben, y erudito es capaz de beneficiarse
de ello. Entonces lo toma y beneficia a otros por medio de lo que ellos
transmiten. 

El tercer tipo de tierra es la tierra estéril que no produce
vegetación ni nada similar, y no se beneficia del agua pero tampoco la
retiene, de tal forma que los demás no pueden beneficiarse de ella. Es como
el tercer tipo de personas, que no tienen ni buena memoria ni entendimiento.
Si escuchan el conocimiento no pueden beneficiarse de él ni preservarlo para
que otros se beneficien”. Fin de la cita de Shárh Muslim, 15/47-48. 

Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 

“El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él) comparó el conocimiento y la guía que él trajo con la lluvia,
porque devolvía a la vida los corazones de la gente, los nutría, les servía
como medicina y sería a todos los intereses de las personas. Esto es cierto
tanto para el conocimiento como para la lluvia. 

Y él comparó los corazones de la gente con los diferentes
tipos de tierra sobre las cuales cae la lluvia, porque la tierra es la que
recibe la lluvia, y crece en ella todo tipo de vegetación beneficiosa, así
como el corazón comprende el conocimiento y fructifica, manifestando las
bendiciones de Dios y Sus beneficios. 

Luego él dividió a la gente en tres categorías, de acuerdo a
su capacidad para memorizar el conocimiento y comprender su significado para
derivar normas. 

1 – Gente con buena memoria y buen entendimiento, que
comprende los significados y puede derivar diferentes normas de ellos,
beneficiándose de ello. Ellos son como la tierra que absorbe el agua, que es
la comparación con la memoria, y producen abundante vegetación y granos, que
es la comparación con el entendimiento, el conocimiento y la derivación de
normas. Esta comparación sirve tanto para el jurista como para el compilador
de reportes, la gente que narra y comprende los reportes que narra. 

2 – La gente que es capaz de memorizar y clasificar reportes,
pero no son capaces de comprender el significado o derivar diferentes tipos
de normas ni beneficiarse de ellas. Son como aquellos que leen y memorizan
el Corán, prestando atención a las letras y la pronunciación, pero no con
capaces de desarrollar un apropiado entendimiento del mensaje de Dios, como
dijo ‘Ali ibn Abi Tálib: “Excepto un entendimiento que Dios concede a Su
servidor acerca de Su Libro”. La gente varía enormemente en su entendimiento
de los textos del Corán y la Tradición Profética. Quizás una persona pueda
entender una o dos normas de los textos, mientras que otro pueda entender
cien o doscientas, y otra pueda entender mil o dos mil. Ellos son como la
tierra que retiene el agua para que la gente se beneficie de ella,
bebiéndola o dándole a otros de beber, o irrigando las cosechas. 

Estos dos tipos de personas son bendecidas, aunque el primero
tiene un estatus mayor. Esta es la generosidad de Dios que Él da a quien Él
quiere, pues Dios es El Poseedor de la gran munificencia. 

3 – Aquellos que no tienen parte en ello, que no memorizan ni
comprenden el mensaje. Son como la tierra estéril del desierto, que no
produce vegetación ni retiene el agua. 

Estos son los que están condenados. Las primeras dos
categorías comparten la cualidad del aprendizaje y la enseñanza, y de
acuerdo a lo que hayan aceptado como bueno y lo que hayan rechazado. Uno
puede conocer y memorizar los versos del Corán, mientras que otro comprende
sus significados, normas y ciencias, pero la tercera categoría no conoce ni
enseña. Son aquellos que ni se benefician de la guía de Dios ni la aceptan.

 Este reporte también señala el estatus honorable y la alta
posición del conocimiento y al enseñanza, y la mezquindad de aquellos que no
lo comparten; menciona diferentes categorías entre los hijos de Adán, por lo
cual algunos serán bendecidos y otros condenados. Y más aún, divide a los
bendecidos entre los más adelantados en la fe, y aquellos que están “a la
derecha de Dios” (referencia al verso al-Wáqi’ah, 56:8). 

Esto indica que la necesidad de conocimiento que la gente
tiene es como la tierra que necesita lluvia, o aún mayor. Si pierden el
conocimiento entonces son con la tierra que pierde la lluvia. 

El Imam Áhmad (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “La
gente necesita el conocimiento más de lo que necesita la comida y la bebida,
porque necesitan la bebida y la comida una o dos veces al día, pero
necesitan el conocimiento cada vez que respiran”. Fin de la cita de Miftáh
Dar as-Sa’ádah, 1/65-66).

Entonces, ¿cómo te posicionas con respecto a todo esto? ¿Qué
tipo de tierra eres tú? ¿Eres el tipo de tierra que se beneficia y beneficia
a otros, para memorizar y entender, actuar de acuerdo a ello y enseñarlo a
los demás? ¿O eres quien lo preservará para otros para que puedan
beneficiarse, y quien señale a los otros el camino hacia las buenas obras y
obtenga una parte de sus recompensas? 

Le pedimos a Dios que te proteja. Nosotros pensamos que tú
estás muy lejos de ser como la tierra estéril que no retiene el agua ni
produce vegetación, ni memoriza ni comprende, ¡pero júzgate a ti mismo en
cuál de los dos grupos benditos estás! 

Repasa tus objetivos, esfuérzate duro y plantéate altas metas
tú mismo. Hazte a ti mismo un memorizador y un sabio, y si no eres capaz de
hacer parte de ello, entonces al menos cuéntate entre aquellos que señalan a
otros el camino hacia las buenas obras, y hacen aquello que les fue
encomendado. 

Y Allah sabe más.

Origen

Sheij Muhammad Ibn ‘Uthaymin (Al-Liqá' ash-Shahri 17)

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