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El peligro de apresurarse a emitir fatwas

Pregunta: 21018

Hay algunos muftis en ciertos programas satelitales que responden todas las preguntas sin excepción. Algunas personas en ciertas reuniones, cuando se presenta una pregunta, se apresuran a responder, y cada uno de ellos quiere hablar antes que el otro. ¿Cuáles son las normas islámicas sobre esto?

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

Alabado sea Allah

Ibn al-Qayím dijo: 

“Los rectos sucesores,
los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos) y sus
seguidores, solían considerar como desaconsejable apresurarse a emitir
dictámenes u opiniones legales (fatwas). Cada uno de ellos deseaba que
alguien más se ocupara de ello, pero si se daba cuenta que no tenía
alternativa más que responder, hacía su mejor esfuerzo para derivar la
respuesta del Corán y la Tradición Profética o de las palabras de los
califas rectos, y entonces daba su opinión legal. ‘Abd Allah ibn al-Mubarak
dijo: “Sufián nos dijo que ‘Atá’ ibn as-Sá’ib, de ‘Abd er-Rahmán ibn Abi
Lailah, quien dijo: “Yo conocí a ciento veinte de los compañeros del
Mensajero de Dios (creo que dijo: “en la mezquita”), y no había ninguno de
ellos que tuviera que hablar sin que deseara que su hermano se ocupara de
ello en su lugar; y no había ninguno de ellos que emitiera una opinión legal
sin que deseara que su hermano se hubiera ocupado de ello”. El Imam Áhmad
dijo: “Yarír nos transmitió, de ‘Atá’ ibn as-Sá’ib, de ‘Abd er-Rahmáh ibn
Abi Lailah, que él dijo: “Yo conocí a ciento veinte de los medinenses entre
los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él), y no había un hombre entre ellos al que se le preguntara por algún
asunto sin que deseara que su hermano se ocupara de ello, y no había ninguno
que tuviera que hablar sin que deseara que su hermano lo hiciera en su
lugar”. 

Málik dijo, narrándolo de
Iahia ibn Sa’íd, que Bukair ibn al-Asháyy le dijo, narrándolo de Mo’áwiyah
ibn Abi ‘Aiásh, que él estaba sentado con ‘Abd Allah ibn az-Zubair y ‘Aasim
ibn ‘Umar, cuando Muhámmad ibn Iyás ibn al-Bukair vino y dijo: “Un hombre de
la gente del desierto se divorció tres veces de su esposa, ¿qué piensan?”.
‘Abd Allah ibn az-Zubair dijo: “Este asunto es algo sobre lo cual no sabemos
nada; ve y pregúntale a ‘Abd Allah ibn ‘Abbás y a Abu Hurairah, porque los
acabo de dejar con ‘Aa’ishah, la esposa del Profeta. Luego ven y cuéntanos
qué te dijeron”. Entonces yo fui y les pregunté, e Ibn ‘Abbás le dijo a Abu
Hurairah: “Dale la respuesta, Oh, Abu Hurairah, porque eso es un problema”.
Abu Hurairah dijo: “Una pronunciación de divorcio (talaq) la convierte en
divorciada, y tres la convierten en prohibida para él hasta que ella se haya
casado con otro hombre”. 

Málik narró que Iahia ibn
Sa’íd dijo: “Ibn ‘Abbás dijo: “Todo aquél que emita dictámenes legales a la
gente acerca de todo lo que ellos le pidan, está loco”. Málik dijo: “Oí algo
similar de Ibn Mas’ud. Esto fue narrado por Ibn Waddáh, de Yusuf ibn ‘Adí,
de ‘Abdu ibn Humaid, de al-A’mash, de Shaqíq, de ‘Abd Allah; y esto fue
narrado por Habíb ibn Abi Thábit, de Abu Wá’il, de ‘Abd Allah. 

Sahnún ibn Sa’id dijo:
“El más audaz de entre la gente al emitir dictámenes legales es quien tiene
el menor conocimiento; un hombre puede haber comprendido una rama del
conocimiento, y creer que toda la verdad puede extraerse de esa sola rama”. 

Yo digo: ser audaz al
emitir fatwas puede ser a causa de la falta de conocimiento, o porque se
tiene una abundancia de él. Si le falta conocimiento, emite dictámenes
legales sobre todo lo que le piden, sin saber lo que dice. Si su
conocimiento es abundante, será capaz de responder muchísimas preguntas,
pero no todas. Por eso Ibn ‘Abbás fue uno de los compañeros que emitió más
dictámenes legales. Hemos mencionado arriba que sus dictámenes legales
fueron compilados en veinte volúmenes. Sa’íd ibn al-Musáiyeb también emitió
muchísimos dictámenes legales, y solían llamarlo al-Yarí’ (el Vigoroso),
como fue mencionado por Ibn Wahb de Muhámmad Ibn Sulaimán al-Murádi, de Abu
Isháq, quien dijo: “Yo solía ver a un hombre en aquél tiempo entrando y
preguntando por algún asunto, y la gente lo derivaba, enviándolo de una
reunión a otra, hasta que era enviado con Sa’íd ibn al-Musáiyeb, porque a
ellos no les gustaba emitir dictámenes legales”. Y agregó: “Y ellos solían
llamar a Sa’íd ibn al-Musáiyeb, al-Yari’ (el Vigoroso)”. 

Sahnún dijo: “Yo memoricé
algunos asuntos acerca de los cuales había ocho opiniones de ocho eruditos
distintos, por lo tanto, ¿cómo podría apresurarme a responder antes de saber
cuál de ellos estaba en lo correcto? ¿Por qué podría alguien culparme por no dar una respuesta? Ibn Wahb dijo: “Ashhal ibn Hátim nos dijo, tomado de ‘Abd Allah ibn ‘Awn, de Ibn Sirín, quien dijo: “Hudhaifah dijo: “Quien emite dictámenes legales a la gente es uno de tres (casos): quien sabe lo que ha sido abrogado del Corán, o es un líder que no tiene más opción (que emitir dictámenes legales), o es un tonto que está haciendo algo que no es su tarea”. Y agregó: “quizás Ibn Sirín dijo: “Como no soy el primero ni el segundo, no quisiera ser el tercero”.

Origen

I’lám al-Muwaqqi’ín, 1/28, 29

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