¿Fueron distorsionados el Zabur y las Fojas de Abraham?
En primer lugar:
Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, reveló una Escritura a Abraham, como mencionó en el Corán (lo que en español se interpreta así): {Ciertamente, esto (que ha sido mencionado) aparecía en las primeras revelaciones, en las que recibieron Abraham y Moisés} [Corán 87:18-19].
Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, nos ha hablado en Su Libro Sagrado acerca de algo de lo que estaba en la Escritura de Abraham (la paz sea con él). Dijo en el Corán (lo que en español se interpreta así): {¿Es que no fue informado de lo que contenía la revelación que recibió Moisés? ¿Y (la que recibió) Abraham, quien siempre cumplía (lo que Al-lah le ordenaba)? (Ellas decían) que nadie cargaría con los pecados de otros; que el hombre (tras morir) solo tendría las (buenas) acciones que hubiera realizado; que sus acciones saldrían a relucir (el Día de la Resurrección)…} [Corán 53:36-40, hasta el final de la sura].
Similares son las aleyas bien conocidas al final de la sura (87) Al A’la, que se citan más arriba.
Lo que se requiere de nosotros es que creamos en términos generales en las Escrituras, de que Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, envió a Su Profeta Moisés (la paz sea con él), y creer en lo que se nos demuestre que es auténtico a través de la revelación enviada al Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), y en sus lecciones y exhortaciones. En cuanto a cualquier cosa aparte de eso, como los detalles de lo que contenían esas Escrituras, no estamos obligados a saberlo y no tenemos manera de saberlo o averiguar acerca de sus detalles. Tratar de averiguar acerca de eso es asumir algo que no se puede probar, y no tenemos necesidad de eso de acuerdo con las enseñanzas de nuestra religión, porque Al-lah ha perfeccionado nuestra religión para nosotros y está complacido con el Islam para nosotros como nuestra práctica religiosa.
No conocemos ningún texto religioso que sugiera que la Escritura de Abraham (la paz sea con él) aún existe, o que el conocimiento contenido en ella llegó a cualquiera de la gente del Islam de un modo que pueda ser probado y confiable.
Lo que parece ser el caso es que su conocimiento fue abrogado hace mucho tiempo y se perdió para la gente.
De hecho, esto es aplicable a los libros de los Hijos de Israel, a saber, la Torá y el Evangelio; ya no hay nada que pueda ser autenticado de lo que existe entre ellos, excepto lo que está confirmado por los textos religiosos islámicos. En cuanto a todo lo demás, solo se puede decir que no creemos ni descreemos en ella.
Si este es el caso con respecto a los libros de los Hijos de Israel, a pesar de la gran cantidad de personas que los veneran, les prestan atención y se refieren a ellos, entonces, es aún más probable que este sea el caso con respecto a la Escritura (las Fojas) de Abraham (la paz sea con él). Lo más que se puede decir acerca de lo que existe de tales revelaciones escritas, que se atribuyen a las Fojas escritas de Abraham (la paz sea con él), es que es como las Escrituras y los Libros de los Hijos de Israel: ni creemos en ella ni descreemos de ella.
Para obtener más información, consulte las respuestas a las preguntas 199116 y 126004.
Segundo:
Con respecto al Zabur de David (la paz sea con él), es el Libro que Al-lah le reveló. Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dice en el Corán (lo que en español se interpreta así): {Y tu Señor es Quien mejor conoce cuanto hay en los cielos y en la tierra. Hemos favorecido a unos profetas más que a otros; y a David, le concedimos los Salmos} [Corán 17:55].
“La palabra zabur se refiere a algo escrito” (Tafsir At-Tabari, 17/6).
At-Táhir dijo: “Es el nombre de los dichos recopilados de David (la paz sea con él), algunos de los cuales son palabras que le fueron reveladas, y otras son palabras con las que fue inspirado, palabras de súplica y conversación con Al-lah. Es el libro que hoy en día se conoce como el Libro de los Salmos en el Antiguo Testamento” (At-Tahrir wa At-Tanwir, 15/138).
Los eruditos han afirmado que el Zabur de Dawud contenía palabras de alabanza y glorificación de Al-lah, Glorificado y Exaltado sea; No contenía ninguna norma sobre lo que es lícito y lo que está prohibido (halal y harám), ni sobre las partes de la herencia o los castigos de hudud (ver Tafsir At-Tabari, 14/625).
Al Qurtubí (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: "El Zabúr es el libro de David. Contenía ciento cincuenta capítulos, en los que no había normas ni declaraciones de lo que es lícito y lo que está prohibido; más bien, eran palabras de sabiduría y exhortación”.
Hay referencias al contenido del Zabúr y a la Escritura de Abraham en algunos relatos que no están probados.
En el hadiz de Abu Dharr (que Al-lah esté complacido con él) dice: “Le pregunté: ‘Oh, Mensajero de Al-lah, ¿cuál era la Escritura de Abraham?’; dijo: ‘Eran todos proverbios, tales como:
- Oh, rey poderoso y arrogante, no te he designado para acumular ganancias mundanas una encima de otra; más bien, te he designado para que apartes de mí la súplica del que ha sido agraviado, porque no la rechazo, aunque provenga de un incrédulo.
- Todo individuo racional, a menos que pierda la cabeza, debe tener ciertos momentos: un tiempo en el que converse con su Señor, un tiempo en el que haga un balance de sí mismo, un tiempo en el que reflexione sobre la creación de Al-lah, y un tiempo en el que se concentre en satisfacer su necesidad de comida y bebida.
- Todo individuo racional debe enfocar su mente en tres cosas: buscar provisión para el más allá [haciendo obras justas], trabajar para ganarse la vida y encontrar placer en algo que no está prohibido.
- El hombre inteligente debe tener una visión de la época en la que vive, concentrarse en sus propios asuntos y guardar su lengua.
- Quien considere sus palabras como una de sus obras, hablará poco y solo hablará de lo que le concierne.
Yo [Abu Dharr] dije: ‘Oh, Mensajero de Al-lah, ¿cuál era la Escritura de Moisés?’.
Dijo: ‘Todo eran exhortaciones:
- Estoy asombrado por el que se siente a salvo de la muerte, porque ¿cómo puede regocijarse?
- Estoy asombrado por aquel que se siente a salvo del Fuego, porque ¿cómo puede reír?
- Estoy asombrado por aquel que se siente a salvo del decreto divino, porque ¿cómo puede esforzarse demasiado?
- Estoy asombrado por el que ve este mundo y sus vicisitudes, porque ¿cómo puede estar a gusto con él?
- Estoy asombrado por el que se siente a salvo de la revisión de cuentas de mañana, porque ¿cómo no va a esforzarse?’".
Este hadiz fue narrado por Ibn Hibbán (361) y otros. Al Arna'ut (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo en sus comentarios sobre el libro de Ibn Hibbán (que Al-lah lo tenga en Su misericordia): "Su cadena de transmisión es da’if yiddan (muy dudosa)". Lo mismo fue declarado por el Sheij Al Albani en Ad-Da'ifah (ver Tafsir Ibn Kazir, 2/472).
Lo que hemos dicho anteriormente acerca de la Escritura de Abraham (la paz sea con él) con respecto a cuán auténtica es y hasta qué punto podemos confiar en su contenido, también podemos decirlo con respecto al Zabúr, porque no tenemos ningún informe que indique que ha sobrevivido hasta nuestros días. Todo lo que se ha transmitido de ello a través de la Gente del Libro cae bajo la misma regla que los israiliát (relatos narrados de fuentes judías), que son de tres categorías:
- Aceptable: esto se refiere a lo que se sabe que es auténtico debido a que ha sido narrado sólidamente por el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él).
- Aquello sobre lo que no se da veredicto: es aquello sobre lo que no se puede saber si es válido o falso. Es permisible narrar reportes de esta categoría con el propósito de dar exhortación y admonición, pero no acreditamos que sea sólido o falso, en cumplimiento con el mandamiento del Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él).
- Rechazado: se refiere a aquello que se sabe que es falso, y no es apropiado creerlo, aceptarlo o narrarlo.
Para obtener más información, consulte las respuesta a las pregunta 22289.
Y Al-lah sabe más.
