Algunos musulmanes afirman que el shéij Muhámmad Ibn ‘Abdel Wahháb luchó contra el Califato Otomano y que fue un enemigo de los musulmanes, ¿es cierto? ¿Cómo podría uno luchar contra el Califa, cuando el Califa rezaba, pagaba su caridad obligatoria y cumplía con el resto de sus deberes religiosos? Se afirma incluso que el shéij hizo un contrato con la Corona Británica y se coaligó con ellos en contra de los musulmanes. ¿Podría usted dar una respuesta detallada acerca de estos hechos históricos?
¿Se rebeló el shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb contra el Califato Otomano, y fue esta verdaderamente la razón de la caída del Califato?
pregunta: 9243
Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.
No ha habido nunca una persona que haya traído algo de bien a este mundo sin que haya tenido enemigos. Aun los profetas de Dios no estuvieron a salvo de ello.
Muchos eruditos en el pasado enfrentaron grandes dificultades y oposición por parte de la gente y los gobernantes. Un ejemplo es el shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él); hubo quienes le pusieron precio a su cabeza y lo acusaron de desviado, de enemigo del Islam y de ser un apóstata.
El shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb fue otro de estos eruditos. Muchos musulmanes que tenían un profundo apego a las tradiciones y creencias inventadas por sus sectas lo odiaban, o simplemente eran ignorantes y no estaban bien informados acerca de sus verdaderas ideas y su forma de actuar. Mencionaremos algunas de las acusaciones frecuentes que se han hecho contra él y las refutaremos.
El shéij ‘Abd el-‘Azíz al-Latíf dijo: “Algunos críticos del movimiento sálafi afirman que el imam Muhammad Ibn ‘Abd el-Wahháb se rebeló contra el Califato Otomano, y así dividió a la comunidad musulmana”. Fin de la cita de Da’wah al-Munáwi’ín li Da’wat ash-Shéij Muhammad Ibn ‘Abd el-Wahháb, p. 233.
Él también escribió: “’Abd el-Qadim Zallum afirmó que el surgimiento del movimiento wahhabi fue una de las causas de la caída del Califato. Se afirmó que los wahhabis formaron otro Estado dentro del Estado islámico bajo el liderazgo de Muhámmad Ibn Sa’ud y posteriormente de su hijo ‘Abd el-‘Azíz, que fueron apoyados con dinero y con armas por la Corona Británica, y que entonces salieron para conquistar otras tierras que estaban bajo el gobierno del Califato, motivados por la urgencia de difundir sus propias creencias entre los musulmanes. Es decir, levantaron sus armas contra el Califa y lucharon contra el ejército musulmán, el ejército del Emir de los Creyentes, con la anuencia y apoyo de los ingleses”. Fin de la cita de Haifa Hudima al-Jiláfah, p. 10.
Antes de responder esta acusación contra el shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb, debemos mencionar un hecho conocido para cualquiera que tenga un idea básica de sus ideas y de las ideas del movimiento sálafi, y es el hecho de que él enseñaba y creía que obedecer a los líderes de los musulmanes es obligatorio, ya fueran éstos honestos o corruptos, en tanto no ordenaran nada que implicara desobedecer claramente a Dios, porque la obediencia en el Islam sólo se aplica en las cosas buenas y justas.
El shéij escribió en su carta a la gente de Al-Qasím: “Es obligatorio oír y obedecer a los líderes de los musulmanes, aun si fueran corruptos, en tanto no estén ordenando a la gente desobedecer a Dios. Cualquiera que se convierta en Califa y la gente le dé su apoyo y lo acepte, aun si ha llegado al poder por la fuerza, debe ser obedecido y está prohibido para los musulmanes rebelarse contra él”. Fin de la cita de Maymu’at Mu’allafát ash-Shéij ‘Abd el-Wahháb, 5/11.
Él también escribió: “Uno de los principios básicos de la unidad de los musulmanes es oír y obedecer a cualquiera que sea designado como nuestras autoridades, aun si se tratara de un esclavo negro…”. Fin de la cita de Maymu’at Mu’allafát ash-Shéij ‘Abd el-Wahháb, 1/394; citado en la obra Da’wah al-Munawi’ín, 233-234.
El shéij ‘Abd el-‘Azíz ‘Adb el-Latíf dijo: “Luego de afirmar estos hechos que explican lo que el shéij verdaderamente creía acerca de la rebelión contra los gobernantes podemos hacernos una pregunta fundamental sobre esta acusación que se ha vertido contra él: ¿Estaba realmente la región de Náyd, donde se originó el movimiento liderado por él, bajo gobierno del Estado Otomano?
El Dr. Sálih al-‘Abbud respondió a esta pregunta diciendo: “El área de Náyd nunca estuvo bajo gobierno otomano, el Estado Otomano nunca llegó tan lejos, y nunca se designó a un gobernador otomano en esa región ni marcharon sobre ella los soldados turcos durante el período precedente al surgimiento del movimiento que inició el shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb (que Allah tenga misericordia de él). El Califato Otomano estaba dividido en provincias administrativas, este es un hecho conocido, para el cual podemos consultar por ejemplo el documento Qawanín Aal ‘Uzmán Mudamín Daftar ad-Diwán (Leyes Del Estado Otomano), que fue escrito por Iamín ‘Ali Effendi, quien estuvo a cargo de la Constitución en el año 1018 después de la Emigración, concordante con el 1609 del calendario gregoriano. Este documento indica que desde el comienzo del siglo XI después de la Emigración el Estado Otomano estaba dividido en 23 provincias, 14 de las cuales eran provincias árabes, y el territorio de Náyd no figura entre ninguna de ellas, quizá con la excepción de al-Ihsá’, si fuéramos a contarlo como parte de la región de Náyd”. Fin de la cita de ‘Aqidat ash-Shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb wa asaura fi al-‘Aalam al-Islamí, 1/27.
El Dr. ‘Abd Allah al-‘Uzaimín dijo: “La región de Nayd nunca conoció al gobierno otomano directamente antes de que el movimiento iniciado por Muhammad Ibn ‘Abd el-Wahháb emergiera, ni tampoco experimentó ninguna influencia considerable que pudiera tener impacto determinante en sus eventos internos. La influencia de las tribus de los Bani Yábr y los Banu Jálid en algunas regiones, y la de los Banu Ashraf en otras, era limitada. Ninguno de ellos fueron capaces de gobernar la zona con una política estable, y por eso la guerra y rivalidades entre las diversas regiones de Nayd continuaron, con conflictos violentos entre sus diversas tribus”. Fin de la cita de Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb, Haiátuhu wa Fikruhu (Vida e Ideas de Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb), pág. 11; citado en Da’wah al-Munawi’ín, 234-235.
Completaremos esta respuesta citando lo que el Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn Baaz respondió a este argumento: “El shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb nunca se rebeló contra el Califato Otomano hasta donde sabemos, porque no había ninguna área de Nayd que estuviera bajo gobierno otomano. En esa época, el área de Nayd consistía en una serie de pequeños emiratos y villas dispersas, cada una gobernada por un emir independiente. Estos emiratos estaban en permanentes disputas y rivalidades bélicas entre sí. Por lo tanto, no hay forma de que el shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb se haya rebelado contra un Estado que no tenía presencia ni soberanía en su región. Más bien, contra lo que el shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb se rebeló fue contra la corrupción y divisiones que reinaban en esta región, y persistió en esta lucha por la causa de Dios hasta que su convocatoria se difundió a otras regiones”. Fin de la cita de Conversaciones Registradas en Cintas de Audio; citado en la obra Da’awah al-Munawi’in, pág. 237.
El Dr. ‘Ayil an-Nashmi dijo: “… el shéij no mostró ningún resentimiento ni descontento particular hacia el Califato Otomano durante su vida, aun cuando durante su tiempo se sucedieron cuatro gobernantes…”. Fin de la cita de Mayállat al-Muytama’, No. 510.
Si por lo arriba citado descubrimos cuál fue la actitud del shéij hacia el Califato, ¿cuál fue entonces la opinión predominante en el Califato sobre el movimiento de ideas que inició el shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb?
El Dr. an-Nashmi continúa diciendo en respuesta a esta pregunta: “La imagen que el Califato tenía del movimiento del shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb estaba muy distorsionada y era confusa. Le habían llegado noticias y versiones de aquellos que eran hostiles al movimiento, ya sea a través de reportes enviados por los gobernadores en la zona de las Dos Sagradas Mezquitas (el Hiyaz), desde Bagdad o de otras regiones, o bien a través de gente que viajó a Estambul difundiendo noticias”. Fin de la cita de Al-Muytamá’, No. 504; citado en Da’awah al-Munawi’in, pág. 238-239.
Con respecto a las declaraciones de Zallum de que el movimiento del shéij fue una de las razones por las que el Califato fue abolido y que él colaboró con la Corona Británica para derrocarlo, Mahmud Mahdi al-Istanbuli dijo acerca de esta afirmación ridícula: “Este escritor debería presentar alguna evidencia sobre lo que dice. Hasta los poetas han escrito alguna vez que “… si las afirmaciones no están apoyadas por ninguna evidencia, los tontos citarán como evidencia a las afirmaciones”. Debemos señalar también que lo que la historia registra es que la Corona Británica se opuso al movimiento del shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb desde su surgimiento, temiendo que pudiera despertar una reacción revolucionaria en el mundo islámico”. Fin de la cita As-Shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb fi Mar’át ash-Sharq wa al-Gharb, pág. 240.
Él también escribió: “Es irónico que este profesor acuse al movimiento del shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb de ser un factor determinante en la destrucción del Califato Otomano, aun cuando su movimiento comenzó en 1811 del calendario gregoriano, y el Califato fue abolido en el 1922 por el accionar diplomático de las naciones europeas en el seno del Califato mismo”. Fin de la cita, pág. 64.
Una de las evidencias de que la Corona Británica se opuso desde el principio al movimiento wahhabi es el hecho de que enviaron al capitán Foster Sadler a felicitar a Ibrahím Pashá por su victoria contra los wahhabis (durante la guerra de Ibrahím Pashá en Dar’íyah), y para averiguar hasta qué punto él estaba preparado para cooperar con las autoridades británicas para combatir lo que ellos llamaban la “piratería wahhabi” en el Golfo Árabe.
Ciertamente, las cartas de la época expresan claramente el deseo de la Corona Británica de establecer un pacto con Ibrahím Pashá para destruir a los wahhabis completamente.
El shéij Muhámmad Ibn Manssur an-Nu’mani dijo: “Los ingleses fueron los principales responsables de la hostilidad espía en la India contra el shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb, y acusaron de wahhabi y tildaron de “peligroso” a todo aquel que se les oponía. Consecuentemente, los ingleses tacharon de wahhabis a los eruditos deobandis de la India, a causa de su tenaz oposición a la intervención británica y su presión para que se retiraran”. Fin de la cita de Di’áia Mukazzafah Did ash-Shéij Muhámmad Ibn ‘Abd el-Wahháb, pág. 105-106.
De todas estas citas, podemos ver la falsedad de estos argumentos cuando los comparamos con los reportes académicos e históricos de la época y con las propias palabras del shéij. Ver: Da’awa al-Munawi’ín, 239.240.
Finalmente, les aconsejamos a todos los musulmanes que teman a Dios antes de repetir rumores infundados sobre los eruditos de su religión. Que Dios acepte de todos nuestro arrepentimiento y nos guíe a todos por el sendero recto.
Y Allah sabe más.
Origen:
Islam Q&A