Quisiera hacerle una pregunta y tengo la esperanza de que usted pueda tomarse el tiempo para responderme. Yo soy un musulmán ordinario; no tengo una gran fe, ni tampoco una fe débil. Cumplo con mis deberes obligatorios, con algunos incumplimientos, y espero que Dios me perdone, y realizo algunos actos de adoración extra que están recomendados por la Tradición Profética. Yo creo en la voluntad y el decreto divinos, tanto bueno como malo. Hace unos siete años sufrí una gran angustia y pesar a causa de una calamidad; no quisiera importunarlo con los detalles, simplemente le diré honestamente que inicialmente entré en pánico, y me llené de desesperación. Pero hace como un año Dios me guió, y algunas buenas personas me enseñaron que hay un bien en ella, con el permiso de Dios. Ellos me dijeron que la calamidad era o por causa de un pecado que yo había cometido, o una prueba de parte de Dios, y me aconsejaron invocar a Dios (haciendo súplicas) pedirle perdón, y pedirle a Dios de Su generosidad y munificencia, buscando acercarme a Dios a través de Sus bellos nombres y sublimes atributos, hacer muchas buenas obras, y que con el permiso de Dios mis solicitudes hacia Él nunca serán rechazadas, que Dios respondería mis oraciones. Hice todo eso, aunque quizás no perfectamente, pero hice lo mejor que podía. Hice abundantes súplicas y muchas buenas obras, me arrepentí sinceramente de todos mis pecados, y le pedí a Dios que alivie mi angustia y me libere de mis preocupaciones. Recé pidiéndole a Dios que me guíe (istijárah), antes de tomar algunas medidas para poner en orden los asuntos de mi vida, pero luego de hacer todas estas cosas mi angustia sólo se incrementó, y las calamidades y mi pena se pusieron peores. Todas las cosas por las cuales recé pidiendo una guía para tomar una decisión (salat al-istijárah) me salieron mal, y me trajeron más problemas. Todas las puertas se me cerraron en la cara. Dios no permita que me queje acerca de Él ante usted, sino más bien me quejo de mi pena y mi pesar a Dios. Pero quisiera saber, ¿por qué Dios no me respondió? ¿Y por qué no tuve éxito en ninguno de mis asuntos cotidianos, aún cuando tomé las medidas necesarias y puse mi confianza en Dios, y no hice nada sin realizar antes la oración de al-istijárah, y sin embargo Dios ayuda a los incrédulos en sus asuntos mundanos si ellos hacen lo necesario para lograrlo. Yo no como cosas prohibidas y trato de no hacerle mal a nadie, y rezo porque todos sean guiados. Escuché a un shéij relatándole la historia del faraón de los tiempos de Moisés, y él dijo que Dios le dijo a Moisés: “Por Mi poder y majestad, que si él me hubiera pedido que lo salve, Yo lo habría salvado”. Algunas preguntas comienzan a formarse en mi mente: ¿Yo soy más insignificante ante Dios que ese faraón, aún cuando no he cometido los pecados que él cometió? Si ese no es el caso, entonces ¿Porqué Dios me prueba con estas pruebas, aún cuando yo no poseo una fe abundante? Si la razón de eso son mis pecados, entonces yo me he arrepentido de todos ellos, y he hecho abundantes súplicas. Si Dios quiere elevarme en estatus en el Paraíso a través de eso, ¿cómo puede ser eso así, cuando Dios sabe que yo no soy capaz de soportar esta prueba?
Tengo muchas preguntas en mi mente acosándome, y no puedo encontrar una respuesta. De hecho mi determinación ha comenzado a fallar y mi fe está comenzando a debilitarse, y me siento muy angustiado respecto a todos los asuntos de mi vida. Ya no puedo soportar esta carga. Esto ha ido demasiado lejos y estoy lleno de desesperación, y las dudas están entrando en mi corazón. Si no fuera porque Dios ha prohibido el suicidio, me habría suicidado y me habría tomado un descanso. Le pido disculpas por haber hecho esta carta tan larga.
No hay que entrar en pánico si la súplica no es respondida
pregunta: 103099
Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.
En primer lugar, le pedimos a Dios que acepte tu arrepentimiento y perdone tus pecados, y que te ayude a hacer aquello que Él ama y que Le satisface.
En segundo lugar, indudablemente hay algún error en tu manera de entender el tópico de las súplicas y la respuesta ante una calamidad. Aquello por lo que tú estás sufriendo es algo natural, y no tienes un entendimiento apropiado de este asunto y otros similares. Nos causa mucha empatía tu situación y compartimos y tu dolor, y esperamos que pongas atención a lo que vamos a explicarte y lo sigas. Podemos ver por tu carta de que estás preparado para aceptar lo que quisiéramos decirte, y esto nos ha animado a escribirte una respuesta y decirte lo que será mejor para ti en este mundo y en el Más Allá.
Tercero, mucha gente piensa que todo lo que tienen que hacer es declarar a Dios su arrepentimiento, y que luego inmediatamente obtendrán un alivio fácil y rápido para sus problemas, que la riqueza vendrá a ellos, ¡y que vivirán una vida de lujos! Pero nada de eso es así. Más bien, hay pruebas para el arrepentimiento de la persona, para evidenciar si es sincero, y para evidenciar si es por la causa de Dios o no. Todo esto significa que enfrentará una nueva prueba. Ciertamente el propósito y la sabiduría detrás de esta vida, es que es test y una prueba. Allah dijo (traducción del significado):
“Por cierto que creamos al hombre de una gota de esperma capaz de reproducirle, y lo pusimos a prueba [para distinguir al creyente del incrédulo]. Y le agraciamos con el oído y la vista” (al-Insán 76:2).
Si comprendes este hecho, entonces debes abandonarte a tu Señor en tu corazón y aceptarlo, pero si no lo comprendes, entonces no serás capaz de abandonarte a Dios aún si parece que ya lo has hecho exteriormente. Por eso, se ha narrado que algunos de los rectos sucesores del Profeta dijeron: “Si los reyes y los príncipes supieran la felicidad que estamos experimentando, nos harían la guerra por la envidia”. ¿A qué felicidad pueden estar refiriéndose? Es la felicidad del corazón que tiene fe certera en su Señor, glorificado y exaltado sea, o la felicidad de obedecerlo, y la felicidad de acercarse a Él, aún si están experimentando dificultades. Esta es la medida de la buena vida, como Dios dijo en Su Sagrado Libro (traducción del significado):
“Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederemos una vida buena y le multiplicaremos la recompensa de sus obras” (an-Náhl 16:97).
El shéij ‘Abd er-Rahmán as-Sa’di (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Quien combina la fe con las buenas obras, “le daremos una buena vida”, dándole tranquilidad en su corazón y paz espiritual, y haciendo que no ponga atención a lo que perturbe su corazón. Dios le dará una buena provisión de fuentes que él no puede imaginar, y “le daremos, ciertamente” en el Más Allá “una recompensa en proporción a lo mejor que ha logrado”, toda clases de deleites tales que ningún ojo ha visto, ningún oído ha percibido, y que no han cruzado la mente de ningún hombre. Entonces Dios le dará el bien en este mundo y en el Más Allá”. Tafsír as-Sa’di, p. 448.
Con respecto a los incrédulos y los pecadores, mira lo que Dios dice acerca de ellos (traducción del significado):
“Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera, y el Día del Juicio le resucitaremos ciego” (Ta Ha 20:124).
Ibn Kázir (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Pero quien se aparta de Mi recuerdo”, significa, ‘ir contra Mis órdenes y lo que le he revelado a Mi Mensajero; apartarse de eso e ignorarlo, y seguir algo diferente de su guía. “Verdaderamente, para él hay una vida de dificultades”, es decir, en este mundo, entonces no tendrá tranquilidad ni paz espiritual, sino que estará en un estado de ansiedad a causa de su extravío, aún si exteriormente parece que está viviendo una vida de lujos, obteniendo lo que él quiere, comiendo lo que quiere, viviendo donde quiere, pero en cuanto su corazón no tenga fe certera y no sea guiado, entonces estará en un estado de ansiedad, confusión y duda, y así permanecerá, dudando y vacilando. Esto es parte de una vida de dificultades”.
Tafsír Ibn Kázir (5/322, 323).
¿Es sabio o razonable en alguna forma abandonar las diferentes formas de culto que Dios te ha dado y con las que te ha honrado, porque estás decepcionado por la facilidad y las riquezas de los incrédulos este mundo?
“¿Acaso piensan que las riquezas y los hijos que les concedimos
56. Son una anticipación [e indicio de que recibirán] de Nuestras gracias [en esta vida y la futura]? Todo lo contrario, pero no se percatan de ello” (al-Mu'minún 23:55-56).
Más aún, estás ignorando la clara evidencia del Libro de Dios de la Tradición de Su Profeta acerca de la súplica y su gran importancia, las causas de que sea respondida, y te estás concentrando en cosas tales como la frase “Por Mi poder y majestad, si él me hubiera pedido que lo salve, lo habría salvado”, que son probablemente palabras de algún narrador de cuentos o de los reportes del pueblo judío.
Aún si asumiéramos que ese reporte es auténtico, que una persona obtenga simplemente lo que ha querido en este mundo y disfrutando de una provisión abundante, ¿es un signo de que es aceptado por Dios?
Allah dijo (traducción del significado):
“Por cierto que el hombre, cuando su Señor le agracia dice: Mi Señor me ha honrado.
Y cuando le merma su sustento, dice: Mi Señor me ha desdeñado. Pero esto es una prueba de Allah [para distinguir al paciente y al desagradecido], y vosotros no reflexionáis en ello, pues no honráis al huérfano [y lo desdeñáis], Ni os exhortáis mutuamente a alimentar al pobre. Os apropiáis codiciosamente de los bienes del prójimo, Y amáis la riqueza insaciablemente. Pero ella no durará para siempre [y deberéis rendir cuenta el Día del Juicio] cuando la Tierra sea reducida a polvo, Y llegue tu Señor, y se presenten los Ángeles en filas, Y el Infierno sea expuesto. Ese día el hombre recordará [sus obras], pero de nada le servirá. Y dirá [lamentándose]: ¡Ojalá hubiera realizado buenas obras durante mi vida! Y sabed que el castigo de Allah es incomparable. Y nadie atormenta como Él lo hace.” (al-Fáyr 89:15-26).
Aún si asumiéramos que esta provisión le ha llegado como resultado de realizar un montón de súplicas, ¿esto implicaría que esta persona es aceptable para Dios y que Le complace?
“Él es Quien hizo posible que transitaseis por la tierra y por el mar. Y cuando os encontráis en los barcos y navegáis con buenos vientos os contentáis por ello. Mas si os sacude una fuerte tormenta golpeándoos las olas por todos lados y pensáis que no tenéis salvación, entonces invocáis a Allah con toda sinceridad diciendo: Si nos salvas de ésta nos contaremos entre los agradecidos.
Pero cuando Allah les salva, Le desobedecen nuevamente corrompiendo la Tierra con injusticia. ¡Oh, hombres! Vuestra corrupción recaerá sobre vosotros mismos. Sólo disfrutaréis del placer transitorio de esta vida, luego compareceréis ante Nosotros y os comunicaremos cuanto hacíais” (Yunus 10:22-23).
El shéij Ibn as-Sa’di (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Ellos entendieron que estaban condenados, y terminaron su dependencia de las cosas creadas y se dieron cuenta que nadie podía salvarlos de esta dificultad excepto Dios solamente, y entonces Lo invocaron, purificando su fe en Él solamente y prometiendo que se aferrarían a eso, y dijeron: “Si nos salvas de ésta nos contaremos entre los agradecidos”, pero “cuando Allah les salva, Le desobedecen nuevamente corrompiendo la Tierra con injusticia”, es decir, se olvidaron de las dificultades, de lo que prometieron en su súplica y de lo que habían hecho, y asociaron a otros con Dios, a quienes ellos reconocían que no podían salvarlos de las dificultades ni protegerlos de ellas. ¿Por qué no fueron sinceros hacia Dios en su culto en tiempos de facilidad, como lo fueron en tiempos de dificultad?
Pero enfrentaron las consecuencias de su rebelión, y por eso Allah dijo (traducción del significado): “Vuestra corrupción recaerá sobre vosotros mismos”, es decir, todo aquello que esperaban de Dios cuando se rebelaron y se alejaron de Él, fue para hacer algunas ganancias mundanas, las cuales pronto terminarán, y luego serán abandonados: “luego compareceréis ante” en el Día de la Resurrección, “y os comunicaremos cuanto hacíais”. Esta es la última advertencia que se les da, para que no persistan en lo que están haciendo”. Fin de la cita. Tafsír as-Sa’di (361).
Piensa acerca del significado de las palabras de Dios (traducción del significado):
“Quienes anhelen los placeres transitorios de la vida mundanal sepan que se los concederemos a quienes queramos, pero [por haberse olvidado de la otra vida] les destinaremos el Infierno, donde ingresarán humillados y condenados. Pero quienes deseen la otra vida, sean creyentes y se afanen por alcanzarla se les retribuirá por su esfuerzo. A todos [en esta vida] se les concederá de los favores de tu Señor [¡Oh, Muhammad!]. Sus favores no le son vedados a nadie. Observa cómo hemos agraciado a unos sobre otros; y en la otra vida habrá rangos más elevados de distinción” (al-Isra’ 17:18-21).
Debes comprender que el asunto no es como tú piensas, y que si una persona encuentra que su súplica fue respondida es mejor, y que aquél que no obtiene lo que buscaba tiene une status inferior. No, eso no es así.
Cuarto, muchas personas están equivocadas respecto a las súplicas en muchas formas. Con respecto concretamente a tu pregunta, podemos señalar dos errores:
1 – Tú piensas que la súplica es respondida sólo porque la haces. Esto es incorrecto, porque hay condiciones para que la súplica sea respondida, y hay factores que impiden que sea respondida.
Para una discusión detallada acerca de este asunto, por favor consulta la respuesta a la pregunta No. 5113.
Es esa respuesta versa que uno de los impedimentos para que la súplica sea respondida, es ser impaciente y mostrarse frustrado.
Se narró de Abu Hurairah que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Dios le responderá su súplica a una persona en tanto no implique algún pecado ni la ruptura de los lazos familiares, y en tanto no se ponga impaciente”. Le dijeron: “Oh, Mensajero de Dios, ¿qué significa ‘ponerse impaciente’?”. Y él respondió: “Decir: “Yo hice una súplica; hice una súplica y no recibí ninguna respuesta”, y luego se frustre y cese de hacer súplicas”. Narrado por Muslim, 2735.
2 – Tú piensas que la respuesta sólo puede ser de una clase, que es que obtengas lo que pediste en la súplica, sean hijos, un trabajo, etc. Esto es incorrecto, porque la respuesta puede ser de tres tipos: puede ser que se te conceda lo que pediste en la súplica, o puede ser que Dios te libre de un mal de la misma magnitud que lo que pediste, o que te reserve la recompensa para el Día de la Resurrección.
Se narró de Abu Sa’íd que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay musulmán que ofrece una súplica en la que no hay ningún pecado ni la ruptura de los lazos familiares, sin que Dios le de una de tres cosas a cambio: ya sea que le conceda aquello que ha pedido, que le reserve la recompensa para el Más Allá, o que le evite un mal equivalente a lo que pidió”. Ellos le dijeron: “Haremos muchísimas súplicas”, y él les respondió “Dios es El Más Generoso”. Narrado por Áhmad, (10749), clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Targhíb wa at-Tarhíb (1633).
Quinto, si un musulmán incumple con sus actos de culto y obediencia, esto puede hacerle sentir que no tiene valor para que se le responda su súplica, y quizás eso lo motive hacer más actos de culto y obediencia que lo acercarán más a Dios. Si el creyente cree que ha hecho lo que Dios ama y le complace, y que merece una respuesta, eso lo hará pensar mal de su Señor, glorificado y exaltado sea, y le hará sentir mal y comenzará a desesperarse, hasta que desee evadirse de su vida y suicidarse. Todo esto, desafortunadamente, es lo que podemos ver en tus palabras.
Esto es improbable en quien está consciente de sus incumplimientos ante su Señor. Esto lo hará pensar mal de sí mismo, no de su Señor, glorificado y exaltado sea, y lo motivará a mantenerse alejado de las cosas prohibidas y realizar deberes obligatorios, seguir el camino de la piedad, y evitar ser demasiado indulgente con aquellas cosas permisibles que pueden distraerlo de obedecer a su Señor.
Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Se narró que ‘Umar ibn al-Jattáb (que Allah esté complacido con él) dijo: “Evitando lo que Dios ha prohibido, Dios acepta las súplicas y los rezos”. Y se ha narrado que Abu Dárr (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “La cantidad de súplicas y rectitud necesaria es como la cantidad de sal necesaria para la comida”. Y Muhámmad ibn Wasi’ dijo: “Un poco de súplicas es suficiente con la piedad”.
Uno de los sálaf dijo: “No esperes una respuesta cuando has bloqueado el camino con pecados”. Uno de los poetas también comentó esto diciendo:
“Invocamos a Dios por cada dificultad, y luego lo olvidamos cuando la dificultad ha desaparecido. ¿Cómo podemos esperar una respuesta a nuestras súplicas, cuando hemos bloqueado el camino con pecados?”.
Yami’ al-‘Ulúm wa al-Hukám (1/107,108).
Al-Qurtubí (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Le preguntaron a Ibrahím ibn Adham: “¿Por qué suplicamos y no obtenemos respuesta?”.
Él dijo que porque conocen a Dios pero no le obedecen, y porque conocen al Mensajero pero no siguen su tradición, y conocen el Corán, pero no actúan de acuerdo a él, y comen de las bendiciones de Dios pero no le agradecen por eso, y conocen el Paraíso pero no lo buscan, y conocen el Infierno pero no huyen de él, y conocen a Satanás pero no luchan contra él sino que más bien están de acuerdo, y conocen la muerte pero no se preparan para ella, y han enterrado a sus muertos pero no han sacado una lección de ello, y porque ignoran sus propias faltas pero están preocupados por las faltas de los demás”.
Tafsír al-Qurtubí (2/312).
Estudia este brillante pasaje de los escritos de Ibn al-Yawzí acerca de este tópico. Él (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Pienso que parte de la prueba es cuando un creyente suplica pero no recibe respuesta, y repite la súplica por un largo tiempo sin ver ningún signo de respuesta. Debe darse cuenta de que esto es una prueba y necesita ser paciente.
Los susurros que una persona experimenta cuando la respuesta se demora es una enfermedad que necesita medicina, yo he experimentado esto por mí mismo. Una calamidad me sucedió y yo supliqué a Dios, pero no vi ninguna respuesta, entonces Iblis comenzó a disponer sus trampas. En ocasiones decía: “La generosidad de Dios es abundante y Él no es avaro, ¿por qué se demora?”.
Yo le respondí: “Vete, maldito, ¡porque yo no necesito a nadie que defienda mi caso y no te quiero a ti como ayudante!”.
Mi alma dijo: “¿Cómo puedo explicar la demora en la respuesta de Dios a mis oraciones para encontrar un alivio a esta calamidad?”.
Me dije: “Se ha probado con evidencia que Dios, glorificado y exaltado sea, es el Soberano, y que su soberanía puede ser dada o retenida, y que no tiene sentido objetarla”.
2 – La sabiduría detrás de esto está probada con evidencia definitiva. Yo puedo pensar que algo es bueno, pero la sabiduría no dicta que así sea, porque la razón puede estar oculta, tal como un doctor puede hacer cosas que exteriormente parecen dañinas, intentando lograr algo bueno con eso. Quizás esto es algo así, de esa naturaleza.
3 – Puede haber un interés concreto en que la demora se produzca, y la respuesta pronta puede traer algún mal. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Una persona estará bien en tanto y en cuento no se ponga impaciente y diga: “Yo recé pero no recibí ninguna respuesta”.
4 – La respuesta puede ser retenida por alguna falta en la persona. Quizás hubo algo dudoso en lo que comiste o tu corazón fue desatento en el momento en que hiciste la súplica, o tu castigo se está incrementando a través de la necesidad que estás experimentando, porque hay algún pecado del que no te has arrepentido sinceramente.
Por lo tanto, escudriña en alguna de estas razones, para que puedas lograr lo que te propones.
5 – Debes examinar tu intención detrás de tu petición, porque lograrlo puede conducir a más pecados, o evitar que realices alguna buena obra, y entonces que no recibas la respuesta es mejor.
Se narró que uno de los rectos sucesores solía pedirle a Dios que lo ayude a salir en una campaña (militar), pero una voz lo llamaba y le decía: “Si sales en una campaña serás tomado prisionero, ¡y si eres tomado prisionero, te convertirás al cristianismo!”.
6 – Quizás perder lo que has perdido hará que te vuelvas hacia Dios, y tenerlo te hacía distraer de Él. Esto es obvio, basado en el hecho de que si no fuera por esta calamidad no habrías vuelto a Dios, porque la verdadera calamidad es que te distraigas de Él, y lo que te hace estar ante Él es bueno para ti y es para tu beneficio.
Si meditas en estas cosas, te concentrarás en algo que es más beneficioso para ti, tal como corregir un error, buscar Su perdón o ponerte de pie ante Él y rogarle, y olvidar lo que has perdido”. Fin de la cita.
Said al-Játir (59-60).
Y Allah es la Fuente de toda fuerza.
Origen:
Islam Q&A
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