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Se arrepintió, pero luego volvió al pecado

pregunta: 23491

Mi problema es buscar las cosas prohibidas. Yo me arrepiento, pero luego vuelvo a ellas, y no sé, ¿qué es lo que me hace actuar así?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

 Dios nos ha creado para un gran propósito, que es adorarle a Él solamente, sin compañeros ni asociados. Allah dijo (traducción del significado):

“Por cierto que he creado a los genios y a los hombres para que Me adoren” (ad-Daariyát 51:56).

 Cada musulmán debe esforzarse en adorar a su Señor tanto como pueda.

“Allah no exige a nadie por encima de sus posibilidades” (al-Báqarah 2:286).

 Pero el ser humano es débil, y tiene un poderoso enemigo, su propio egoísmo que lo conduce al mal, y Satanás, que fluye dentro suyo como la sangre, vive en este mundo que es atractivo para él… por lo tanto, ¿cómo se puede estar a salvo de estos males, si Dios no se apiada de uno?

 Como fuera, el Infierno está rodeado de caprichos y deseos fáciles, y el Paraíso está rodeado de dificultades. Por lo tanto la persona debe volverse hacia Dios y pedirle que lo ayude a recordarlo, ser agradecida hacia Él, y adorarlo con propiedad. Abu Bákr (que Allah esté complacido con él) fue al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dijo: “Enséñame una súplica que yo pueda decir en mi oración”. Y él le contestó: “Di: “Allahúmma ínni zalamtu nafsi zulman kazíran wa la iaghfir adh-dhunúba íl-la anta, faghfir li maghfiratan min ‘índika wa arhamni ínnaka anta al-Ghafúr ar-Rahím (Dios nuestro, he cometido una gran injusticia hacia mí mismo y nadie puede perdonarme excepto Tú. Garantízame Tu perdón y misericordia, porque Tú eres el Perdonador, el más Misericordioso”. Narrado por al-Bujari, 834; Muslim, 2705.

 Piensa acerca de este reporte, cómo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le enseñó a Abu Bákr (que Allah esté complacido con él), quien era el mejor de esta comunidad después del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), a decir “Dios nuestro, he cometido una gran injusticia conmigo mismo”. Si Abu Bákr decía esto, aún cuando él era el más virtuoso de los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), entonces, ¿qué deberíamos decir nosotros? Oh, Dios nuestro, concédenos Tu misericordia.

 Hubo otro compañero del Profeta, uno de los más sabios, a quien el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: “Te amo, Oh, Mu’ádh”. Y Mu’ádh le respondió “Y yo te amo a ti, Oh, Mensajero de Dios”. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: “No olvides decir en cada oración, “Rábbi a’inni ‘ala dhíkrika wa shúkrika wa husni il-‘ibádatik” (Dios mío, ayúdame a recordarte, agradecerte y a adorarte apropiadamente”. An-Nasá’i, 1303; clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih an-Nasá’i, 1236.

 Mira este consejo que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dio a uno de sus compañeros más amados, cómo él le pidió ayuda a Dios para adorarle, porque si una persona está privada de la ayuda de Dios, entonces ciertamente está perdido.

 Por lo tanto, debemos volvernos hacia Dios y pedirle que nos ayude a hacer lo que nos ha ordenado.

 Como todo ser humano está atado al incumplimiento y la inconstancia, Dios nos ha ordenado también que nos arrepintamos de todos nuestros pecados. Allah dijo (traducción del significado):

 “Y pedid perdón a Allah por vuestros pecados ¡Oh, creyentes!, que así tendréis éxito” (an-Nur 24:31).

 “Y os exhorta a que pidáis perdón a vuestro Señor y os arrepintáis” (Hud 11:3).

 “¡Oh, creyentes! Arrepentíos ante Allah en forma sincera, y vuestro Señor borrará vuestras faltas y os introducirá en los jardines del Paraíso por donde corren los ríos” (at-Tahrím 66:8).

 Dijo el shéij ‘Abdel ‘Azíz ibn Baaz en Maymu' al-Fatáwa, al-‘Aqidah, parte 2, p. 640:

 “En estos versíclos, Dios relaciona la expiación de los pecados y la admisión en el Paraíso con el arrepentimiento sincero, que incluye abandonar el pecado y evitarlo, lamentando lo que ha sucedido en el pasado y tomando la decisión de no volver a repetirlo por temor a Dios, con la esperanza puesta en Su recompensa y temiendo Su castigo”.

 Se narró que Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él) dijo: “He oído al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “Por Dios, que yo le pido perdón a Dios y me arrepiento ante Él, más de setenta veces en un día”. Narrado por al-Bujari, 6307.

 Se narró que Abu Burda dijo: “Yo oí a al-Aghárr, que fue uno de los compañeros de Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), decir: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Oh, gente, arrepiéntanse ante Dios, porque yo me arrepiento ante Él cien veces cada día”. Narrado por Muslim, 2702.

 Estos reportes nos animan a arrepentirnos ante Dios. El líder de quienes se arrepienten, el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), se arrepentía ante Dios cien veces en un día, por lo tanto más aún estamos nosotros necesitados de arrepentirnos abundantemente, a causa de nuestros pecados. No hay poder ni fuerza excepto en Dios.

 Con respecto a lo que dices de que te arrepientes y luego vuelves al pecado, luego te arrepientes nuevamente, y luego vuelves a pecar, te decimos que aún cuando vuelvas a pecar una y otra vez, debes arrepentirte siempre cada vez y molestar a Satanás, que está acechándote. Recuerda que Dios “extiende Su mano durante la noche para aceptar el arrepentimiento de aquellos que han pecado durante el día, y extiende su mano durante el día para aceptar el arrepentimiento de aquello que han pecado durante la noche, y así hasta que el sol salga por el Oeste”. Narrado por Muslim, 2759.

 La puerta del arrepentimiento está abierta. Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien se arrepienta antes de que el sol salga por el Oeste, Dios aceptará su arrepentimiento”. Narrado por Muslim, 2703.

 Y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Dios aceptará el arrepentimiento de Sus servidores en tanto el alma no les haya llegado a la garganta en el momento de la muerte”. Narrado por at-Tirmidhi y clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi, 2802.

 Pero debes notar que hay condiciones que el arrepentimiento debe reunir para ser aceptable, de acuerdo a la ley islámica. Estas condiciones son explicadas en detalle en las preguntas No. 13990 y 5092.

 Finalmente, te aconsejamos esforzarte contra tu ego, que te urge a pecar, y buscar refugio en Dios de su mal y del mal de Satanás el maldito. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía buscar refugio en Dios del mal de su propio ego y del mal de las trampas de Satanás, como dice en el reporte: “A’udu bika min shárri nafsi wa shárri ash-Shaitán wa sharákihi (Me refugio en Ti del mal de mi propio ego y del mal de Satanás y sus trucos”.

 Debes también mantenerte al margen de los medios que conducen al pecado; Dios nos ha advertido de no acercarnos a la fornicación, como Él dijo (traducción del significado):

 “Apartaos de todo lo que os lleve a la fornicación” (al-Isra' 17:32).

 Esto se logra alejándose de las cosas que pueden conducir a la fornicación.

 Continúa rogando a Dios y suplicándole para que te de fuerzas, para expiar tus pecados y que te bendiga con la piedad.

 Le pedimos a Dios que nos bendiga a todos con el arrepentimiento sincero. Alabado sea Dios, el Señor del Universo.

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