Así es como se controla la ira en el Islam: buscar refugio en Al-lah, guardar silencio, no moverse, saber que resistir la ira es uno de los signos de la rectitud, escuchar los recordatorios, conocer los malos efectos de la ira y hacer du’a.

La forma de alcanzar un alto nivel de fe, como lo hicieron nuestros antecesores virtuosos (los Salaf) es, en primer lugar, perseverando en la búsqueda de la comprensión de lo que el Profeta Muhammad trajo, luego perseverando en hacer lo que él ordenó y abstenerse de lo que prohibió. Todo ello debe hacerse con verdadera sinceridad, sin interés en las ganancias mundanas y con la esperanza puesta en el Más Allá.