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3899203/08/2007

Haciendo una súplica durante la oración para pedir casarse con cierta persona

Pregunta: 105282

¿Es permisible que haga una súplica mientras estoy rezando para casarme con un hombre determinado?

Alabado sea Dios, y paz y bendiciones sobre el Mensajero de Dios y su familia.

Alabado sea Allah

 En primer lugar, la
mayoría de los juristas de la escuela máliki y la sháfi’i, al igual que
algunos hánbalis, tienen el punto de vista de que es permisible decir una
súplica dentro de la oración para pedir a Dios diversas cosas que uno
necesita, tal como por ejemplo, si pide a Dios contraer matrimonio, o
provisión, o éxito, etc.

 Ellos citan como
evidencia para eso el reporte de Ibn Mas’ud (que Allah esté complacido con
él), de acuerdo al cual el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él) les enseñó a sus compañeros el tasháhhud (súplica recitada
dentro de la oración musulmana), y dijo al final de ella: “Luego, que elija
cualquier súplica que desee”. Narrado por al-Bujari (5876) y Muslim (402).

  Ibn Abi Shaibah narró
en al-Musánnaf (1/331) que al-Hásan y ash-Sha’bi dijeron: “Pide durante tu
oración lo que quieras”. Fin de la cita.

 Dice en al-Mudáwwanah
(1/192):

 “Málik dijo: “No hay
nada de malo en que una persona rece pidiendo lo que necesita en las
oraciones prescriptas, tanto por sus necesidades en este mundo como en el
Más Allá, cuando está de pie, cuando está sentado, y cuando está postrado”.
Málik me dijo que ‘Urwah ibn az-Zubair dijo: “Oí que él dijo: “Yo le pido a
Dios por todo lo que necesito cuando rezo, aún por la sal”. Fin de la cita.

 Los hánafis y la mayoría
de los hánbalis están en desacuerdo con eso, y dicen que no es permisible
decir una súplica pidiendo por asuntos mundanos cuando se está rezando. En
cambio, dicen que la oración de quien hace una súplica dentro de ella queda
invalidada.

 Dice en al-Insáf
(1/81-82), que es un libro Hánbali:

 “Con respecto a hacer
una súplica en otras palabras que no sean las que se han narrado (del
Profeta), pidiendo cosas que no tienen que ver con el más allá, el punto de
vista de nuestra escuela de jurisprudencia es que no es permisible, y que la
oración queda invalidada por eso. Este es el punto de vista de la mayoría de
nuestros compañeros.

 También se narró de él
(es decir, del Imam Áhmad) que es permisible decir una súplica pidiendo por
nuestras necesidades mundanas, y que es permisible decir una súplica
pidiendo por cosas que se desean y placeres, tales como decir: “Oh Señor,
bendíceme con una bella esposa, y una habitación verde, y una montaña
confortable”, etc.”. Fin de la cita.

 Dice en al-Fatáwa
al-Hindíyah (1/100), que es un libro hánafi:

 “Si él dice: “Oh Allah,
bendíceme con tal y tal (mujer)”, entonces el punto de vista correcto es que
esto invalida la oración, porque esta redacción es también usada entre la
gente (en sus formas corrientes de expresarse)”. Fin de la cita.

 Ver: Fáth al-Bári
(1/319) y Nasáb ar-Ráiah (1/558).

 Ellos aprendieron eso de
algunos de los compañeros del Profeta, e Ibn Abi Shaibah lo narró de ellos
en al-Musánnaf (1/332) que consideraban recomendable decir una súplica en
las oraciones obligatorias, citando el Corán solamente. Ciertamente, se
narró de Ibn ‘Awn que Muhámmad dijo: “Se consideraba reprobable decir una
súplica en la oración para pedir sobre cualquier asunto mundano”.

 Dice en al-Mawsu’ah
al-Fiqhíyah (20/265-266):

 “Los hánafis y los
hánbalis dicen: “Es de la Tradición Profética (encomiable) decir una súplica
al final del tasháhhud, luego de enviarle la paz y las bendiciones al
Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), diciendo cosas
que se asemejen al discurso de la gente común, tal como decir: “Oh Dios,
permíteme casarme con tal y tal”, o “concédeme tal cantidad de oro y plata”,
o posiciones, etc.

 Los málikis y los
sháfa’is sostienen el punto de vista que es de la Tradición Profética decir
una súplica después del tasháhhud, y antes de decir el salam, pidiendo por
las mejores cosas de este mundo y el Otro, pero no es permisible decir una
súplica pidiendo por nada que sea prohibido, imposible, o condicional. Si
una persona dice una súplica pidiendo algunas de estas cosas, entonces su
oración es inválida, y es mejor usar las palabras que se han mencionado en
los reportes”. Fin de la cita.

 El punto de vista
correcto es el de los málikis y sháfi’is, a causa de la solidez de su
evidencia, y a causa de la debilidad de la evidencia citada por quienes
sostienen la otra opinión.

 An-Nawawi (que Allah
tenga misericordia de él) dijo en al-Maymu’ (3/454):

 “Nuestro punto de vista
es que es permisible decir una súplica en la oración, para pedir cosas que
son permisibles también fuera de ella, ya sea en asuntos religiosos o
mundanos. Algunos pueden decir: “Oh Allah, bendíceme con buenas ganancias
(lícitas), un hijo, una casa, una bella esposa”, describirla, o “Oh Allah,
libera a tal y tal de la prisión, destruye a tal y tal”, y cosas similares,
y su oración no es invalidada por ninguna de estas cosas, en nuestro punto
de vista.

 Este fue el punto de
vista de Málik, az-Záwri, Abu Záwr e Isjáq.

 Abu Hanifah y Áhmad
dijeron que no es permisible decir ninguna súplica excepto las que fueron
mencionadas en los reportes y están de acuerdo con el Corán.

 Ellos citaron como
evidencia las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él): “Esta oración no es el lugar correcto para el discurso de la
gente, más bien es glorificación de Dios, alabarlo, y recitar el Corán”
(Narrado por Muslim), por analogía con devolver el saludo y decir “iarhámuk
Alláh” a quien estornuda.

 Nuestros compañeros
citaron como evidencia las palabras del Profeta (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) “Durante la postración, esfuérzate duro en
suplicar”.

 La orden de decir una
súplica es de significado general, y no está restringida, por lo tanto se
aplica a todo lo que pueda llamarse “súplica”.

 Y porque el Profeta (que
la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo súplicas en varios
momentos (dentro de la oración), lo cual indica que no hay restricciones a
eso.

 En as-Sahihain, en el
reporte de Ibn Mas’ud (que Allah esté complacido con él), se narró que el
Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo al final
del tasháhhud: “Luego, que elija cualquier súplica que guste o desee”.

 De acuerdo a un reporte
narrado por Abu Hurairah: “Luego que rece por sí mismo como le parezca
apropiado”. An-Nasá’i dijo: “Su cadena de transmisión es auténtica”.

 Se narró de Abu Hurairan
que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo en
su súplica de al-qunút: “Oh Allah, salva a al-Walíd ibn Walíd y a ‘Aiyásh
ibn Abi Rabi’ah, y a Salámah ibn Hishám, y a los creyentes que son débiles y
están oprimidos. Oh Alla, castiga a Mudar severamente, y envíales una
hambruna como la de los tiempos de Yusuf”. Narrado por al-Bujari y Muslim.

 En as-Sahihain se narró
que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Oh
Allah, maldice a Ri’l y Dhakwán, y a ‘Usáiah, que desobedeció a Dios y a Su
Mensajero”. Estas eran tribus árabes.

 Hay muchos otros
reportes que son similares a éstos que hemos citado aquí. Más aún, la
súplica no es parte del discurso diario de la gente.

 Con respecto a iarhámuk
Allah, aquello que se dice a quien estornuda, y devolver el salam cuando se
saluda, estas son palabras que están dirigidas a otro ser humano, diferentes
a las de una súplica. Y Allah sabe más”. Fin de la cita.

 El shéij Ibn ‘Uzaimín
(que Allah tenga misericordia de él) dijo en ash-Shárh al-Mumti’ (3/283):

 “El significado aparente
de las palabras del autor (el Imam Musa al-Hiyyáwi, uno de los imames
hánbalis), es que una persona no debe decir una súplica usando otras
palabras que aquellas que se han narrado (en la ley islámica), y que por lo
tanto no debe pedir por ningún asunto material tal como decir “Oh Dios,
bendíceme con una casa espaciosa”, o “Oh Allah, bendíceme con una bella
esposa”, o “Oh Allah, bendíceme con muchísimas riquezas”, o “Bendíceme con
un auto confortable”, etc., porque todas estas cosas tienen que ver con
asuntos mundanos. Algunos de los juristas (que Allah tenga misericordia de
ellos) aún han dicho: “Si pide por algo que tenga que ver con asuntos
mundanos, entonces su oración es inválida”.

 Pero este es
indudablemente un punto de vista débil. El punto de vista correcto es que no
hay nada de malo con pedir cosas de este mundo, porque la súplica es en sí
misma un acto de culto, aún si uno pide cosas mundanas, y la persona está
volviéndose de cualquier manera hacia Dios. El Mensajero (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) dijo “Lo más cerca que un servidor está de
Dios, es cuando está postrado”, y también dijo: “Durante la postración,
hagan abundantes súplicas, porque es más probable que reciban una
respuesta”. Y de acuerdo al reporte de Ibn Mas’ud, cuando habó sobre el
tasháhhud, él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:
“Luego, que escoja cualquier súplica que desee”. Una persona nunca se vuelve
a Dios completamente como cuando está haciendo su oración, por lo tanto,
¡cómo podemos decir “No pidas a Dios cuando estás rezando por nada que
necesites de este mundo”! Esto es improbable.

 Por lo tanto, el punto
de vista correcto es indudablemente que el orante puede pedir luego del
tasháhhud por cualquier cosa que desee, de las cosas buenas de este mundo y
del Más Allá”. Fin de la cita.

 El punto es que no hay
nada de malo en decir una súplica pidiendo a Dios casarse con una persona en
particular, si es una persona recta y buena, aunque es siempre mejor recitar
súplicas elocuentes y concisas que fueran narradas del Profeta (que la paz y
las bendiciones de Allah sean con él). Ver las respuestas a las preguntas
No. 5236,
6585 y
75058.

 Segundo, aún cuando
hemos determinado que es permisible que digas una súplica en tu oración
pidiendo casarte con un hombre en particular, te aconsejamos, desde un punto
de vista psicológico, no excederte en este asunto. El matrimonio es algo
decretado por Dios, y por Su misericordia hacia la humanidad Él nos ha dado
una amplia provisión y nos ha hecho independientes de medios, y no ha
limitado el matrimonio a un hombre en particular, más bien Él lo ha
condicionado a que tenga un buen carácter y compromiso religioso, por lo
tanto cuando estar condiciones se cumplen, el musulmán debe aceptarlas.

 El musulmán que cree en
la voluntad y el decreto de Dios (al-qadá’ wal-qádar), cree que Dios es
Sabio en todo lo que Él ordena o hace, y que Él puede evitarle a una persona
el mal que de lo que quiere, y por lo que se esfuerza y reza, porque Él
conoce algo mejor que eso.
Allah dijo
(traducción del significado):

 “Es posible que
detestéis algo y sea un bien para vosotros, y que améis algo y sea un mal
para vosotros.
Allah sabe y vosotros no sabéis”
(al-Báqarah 2:216).

 El lema del musulmán en
este asunto son las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él) en la súplica de al-istijárah: “…y ordena para mí el bien
cual sea que pueda ser, y haz que yo esté feliz con él”. Narrado por
al-Bujari, 1162.

 Esperamos que este
asunto no abarque más espacio en tu corazón y en tu mente que el que merece.
Hay muchos, alabado sea Dios, hombres de buen carácter y compromiso
religioso. Le pedimos a Dios que ordene el bien para ti cual sea que fuera,
y que te haga satisfecha con lo que Él decrete para ti.

 Y Allah sabe más.

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