La ‘Aqidah islámica no es un método teórico y filosófico; la acción es una parte esencial de esta ‘Aqidah. De ahí que los Ahl As-Sunnah estuvieran de acuerdo en que la fe consiste en palabras y hechos, o en expresarla verbalmente, creer en el corazón y actuar con las facultades físicas. Con respecto a la aplicación de esta ‘Aqidah en la vida real, esto se hace aprendiéndola, propagándola, invitando a otros a ella, y refutando a quienes van en contra de ella con sabiduría y una hermosa prédica.

Lo oculto es aquello que los sentidos de la gente no pueden percibir, ya sea que permanezca oculto o se revele, y ningún humano lo puede comprender, en el sentido de que nadie puede conocerlo excepto Aquel que todo lo sabe, a menos que la gente se entere de ello de un texto sagrado, como el Corán o los hadices.

Los Awlia’ de Al-lah son personas de fe y piedad que son constantemente conscientes de que Al-lah los observa en todos sus asuntos, por lo que se adhieren a Sus mandatos y prestan atención a Sus prohibiciones. El grado de wilaiah varía según la fe y el temor a Al-lah de cada persona. La wilaiah es un estatus concedido por Al-lah que comienza en el corazón, con el amor y la veneración a Al-lah, y se refleja en el comportamiento de la persona. La wilaiah no significa que una persona tenga licencia para realizar actos haram u omitir deberes obligatorios. Los mejores Awlia’ de Al-lah son los mensajeros y profetas, luego los compañeros del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él), luego los que vinieron después de ellos, luego los que vinieron después de ellos. No sabemos si la frase “as-hab Al-lah” (amigos de Al-lah) fue dada a alguno de ellos.

Las condiciones son que el acto de adoración debe estar en concordancia con la Shari’ah en los siguientes puntos: 1) En cuanto a su causa. 2) En cuanto a su tipo o naturaleza. 3) En cuanto a su cantidad. 4) En cómo se realiza. 5) En cuanto a su tiempo. 6) En cuanto al lugar donde se realiza.

Kufr significa “no creer en Al-lah y Su mensajero —sin importar si lo acompaña una negación o una simple duda— o alejamiento de la fe por celos o arrogancia, o por seguir caprichos y deseos que le impiden seguir el mensaje divino”.